Decidir y acertar (I)

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Esta semana voy a hablar de algo sobre lo que suele haber bastante confusión. No es lo mismo decidir bien que acertar en la decisión. Muchas veces juzgamos si hemos decidido bien o no, en función de si hemos conseguido los objetivos que pretendíamos con nuestra decisión. Es decir, identificamos decisión correcta con decisión eficaz. Pero esto es un error. A veces con una decisión conseguimos los objetivos que pretendíamos pero simultáneamente nos creamos un problema más gordo.

El presidente y el director financiero de Enron, al manipular la contabilidad de la compañía fueron eficaces.  Consiguieron que el precio de la acción siguiera aumentando, que era su objetivo. Pero claramente su decisión fue incorrecta. Independientemente de que después terminara en la cárcel, engañar es siempre una decisión incorrecta, independientemente de lo eficaz que sea. La decisión de los directivos de Enron no fue incorrecta porque terminaron en la carcel, si no al revés, terminaron en la carcel porque decidieron mal, aunque fueran eficaces.

También sucede lo opuesto. A veces no conseguimos los objetivos que pretendíamos y sin embargo hemos decidido bien. Salvo en los casos patológicos, no se puede decir que cuando uno juega a la lotería o a las quinielas está decidiendo mal, a pesar de que nunca te toca.

La eficacia de una decisión es una de las características que tendremos que mirar a la hora de evaluar una decisión, pero esta no será la única. En mensajes posteriores hablaré de qué otras cosas hay que tener en cuenta.  Solo quiero apuntar ahora lo problemático que puede ser asignar incentivos al logro de objetivos. Estos objetivos pueden estar lográndose a base de decisiones incorrectas. ¿Recordáis las stock options con las que remuneraban a los directivos de Enron?

La semana que viene volveré a hablar de la «sabiduría de la muchedumbre» y lanzaré un cuestionario para saber si se pueden predecir los resultados de las próximas elecciones generales en España, las del 20N. Hasta el jueves que viene.

20 COMENTARIOS

  1. Excelente punto. Parece que las empresas y en realidad el mundo te empuja o presiona para que tomes una mala decisión para maximar ingresos, a costa de todo. Como tu muy bien escribiste hace hace algun tiempo «…si alguien hace algo mal, no le puede ir bien a largo plazo». Saludos.

    • Gracias Juan Carlos. Como dices, la empresa está frecuentemente orientada a resultados, lo cual está bien si son resultados a largo plazo, pero habitualmente por resultados se entiende «a corto». Y lo peor, los incentivos están ligados a ese corto plazo.
      Gracias por participar.
      Miguel Angel

  2. Efectivamente solemos hacerlo, si hemos conseguido el objetivo marcado pensamos que la decision tomada era correcta, pero hay que ir más allá.
    Como gestores, que se supone somos, debemos analizar los efectos colaterales de nuestras decisiones. Ver más allá, tener la visión global del impacto que va a tener nuestra deecisión en el resto de la organización. Creo que una posible herramienta sería implicar en el análisis de la toma de decisión a los responsbles de otras áreas de la compañía, y así poder tener una visión más completa de las implicaciones que pueda tener y no somos capaces de preveerlo.
    Como habeis dicho, en el corto plazo, es más fácil, más tangible…hay que mirar el medio y largo plazo. Y ser honesto y ecuanime
    Un saludo

    • Anónomo, no solamente implicar a otras areas de la organización. Si se hacen las cosas mal, implicar a otras areas que también las hagan mal no mejora el resultado. En mi opinión, hay que mirar el impacto de las decisiones en la eficacia, atractividad y unidad de la organización, de lo que hablo en los últimos mensajes. En mi opinión ese esquema ayuda a tomar mejores decisiones.
      Graias,
      Miguel Angel

  3. Es interesante lo que planteas, decisión correcta no equivale a decisión eficaz, aunque si el resultado es satisfactorio y nos ha ido bien es muy difícil que nos paremos a pensar en ello.
    En el caso de estos directivos creo que si no se liga el desempeño de la empresa a largo plazo (pongamos almenos 7 años) siempre habrán los que como bien comentan más arriba tengan ceguera cortoplacista.
    Es difícil ir contra la corriente y contra las masas, a los que se reían cuando algún político decía que éramos la séptima u octava potencia del mundo hace 4 años los llamaban agoreros…

    Un saludo

    • Xavi, yo creo que no hay que ligar el desempeño a resultados ni a corto ni a largo plazo. El desempeño hay que ligarlo a cómo se rinde y se trabaja en la organización, y en mi opinión, basta con pagar un sueldo adecuado, y dejar de marear a los directivos y empleados con bonos, premios, etc. Tratémosles como gente madura, paguemos un salario por su trabajo y con eso es suficiente. Esa es mi opinión, aunque respeto la opinión contraria. Pero mi experiencia de años en contacto con directivos, y mis razonamientos, me llevan a esa conclusión.
      Muchas gracias por tu aportación al blog. Como bien dices, si las cosas nos salen bien (a corto plazo), no nos paramos a pensar si lo estamos haciendo mal. y tu ejemplo al final del comentario es bien claro. ¿Es la primera vez que participas no?, No me suena que te haya dado clase. ¿Eres antiguo alumno del IESE? En cualquier caso bienvenido y sigue participando.
      gracias y saludos,
      Miguel Angel

  4. Sin embargo, nos pagan por decidir, por escoger, por no escoger, etc………y por ser consecuentes y responsables de las decisiones que tomamos.
    Las decisiones tienen que considerar la objetividad cuantitativa, cualitativa, la ética, las repercusiones a corto/medio/largo plazo y en la medida de lo posible -admito que es dífícl- intentar «aislar» nuestros objetivos particulares de los decisiones que tomamos.
    gracias por dejarme participar.

    • Manel, no tienes nada que agradecer, pues este blog está abierto a todos los que quieran participar. Ni mucho menos está restringido a antiguos alumnos del IESE. Los comentarios de todos enriquecen a los lectores. En año y medio de blog se ha consegudo mucha participación. solo he tenido que retirar dos comentarios por inconvenientes o por querer meter publicidad. Significa que el blog llega al público al que se pretende llegar, así que bienvenidos todos.
      Lo de aislar los intereses particulares de los de la organización es un asunto muy interesante, Cuanto mayor es la unidad en una organización (esto está explicado en mis últimos mensajes) menos conflictivo es este asunto.
      Muchas gracias,
      Miguel Angel

      • Si me permites, te lanzo un «quite» para un nuevo post……..»Intereses interdepartamentales vs Intereses globales de la Organización????» (o algo así).
        ¿Que hacer cuando nuestros intereses/objetivos/etc…..no están perfectamente alineados con los de la Organización?. He visto de todos los colores (departamentos comerciales «meter» pedidos a finales de años sabiendo que los devolverán en enero, Financieros «aparcar» el % de impagados porque su bono estaba en juego, etc…….).
        Un tema interesante, que tú podrás comentar con mejor conocimiento de causa que yo. Un abrazo.

        • Pues tomo nota Manel, tiene bastante que ver con el mensaje de hace un par desemanas sobre la unidad de la organización. Era un mensaje titulado «toma de decisiones y compromiso» del 29.IX.
          gracias por la sugerencia

  5. Miguel Angel, el ejemplo que usas para ilustrar el caso de «buenas decisiones que no producen los resultados deseados» no es muy afortunado. Dices que, salvo en casos patológicos, no se puede decir que jugar a la lotería sea una mala decisión (aunque no te toque).

    Lo cierto es que ese caso, el de los juegos de azar, es mejor como ejemplo de «mala decisión, hasta cuando toca».

    Los organizadores de esos juegos diseñan el sistema de forma que el premio esperado siempre es inferior al precio de la apuesta. Por eso, incluso cuando se gana, jugar a la lotería es una mala decisión pues cuanto más se juega, más se puede esperar perder.

    (Podría no serlo el jugar a las quinielas, para alguien que realmente tuviese información que le permitiese alterar el valor esperado de sus premios -algo imposible en un juego de azar puro). (E igualmente podría no serlo en contados casos en los que la existencia de un «bote» permitiese realizar una «apuesta segura múltiple» -arriesgándose uno a que nadie más estuviese haciendo lo mismo, claro…).

    En cualquier caso, fue una de las más importantes lecciones que me llevé de tus clases: una buena decisión no es la que ha producido buenos resultados; y una decisión no es mala porque no los haya producido…

    • Carlos, digo que salvo casos patológicos. Jugar a la lotería no es un mal intrínseco. Es malo si te gastas todo tu dinero en el juego, Hay gente que juega moderadamente y disfruta haciéndolo. Logicamente el premio esperado tiene que ser inferior a la apuesta, si no los organizadores no ganarían nada. Pero eso ya se sabe. Muchas gente disfruta por la «emoción» de ver si te toca, y si se juega moderadamente no es malo. De todas maneras siempre es buena la diversidad de opiniones.
      Muchas gracias por lo que dices en tu último párrafo. Sigo explicándolo así. Ahora lo estoy explicando en Hong Kong.
      Saludos,
      Miguel Angel

  6. Hola Miguel Ángel, esta semana te he leído con retraso… este post junto con la importancia del amor creo que son dos de las dos cosas más importantes que me llevé de tu clase en el IESE. Creo que es clave ser consciente de que se puede decidir bien y decidir mal, y luego las cosas pueden salir bien o salir mal… en esa línea si decides mal y sale mal aprendes, si decides bien y sale bien te quedas bien agusto… se empiezan a complicar las cosas cuando decides bien y salen mal las cosas, aquí hay que tener personalidad fuerte. Los políticos se mueven en el mundo de las malas decisiones y buenos resultados (para ellos… les hacen ministros, les ponen primeros en las listas, llegan a presidentes…)

    Genial el post… ¡gracias!

    • Me alegro que te guste Luis, y un coscorrón por haberme leido tarde. Por cierto ¿yo hablo del amor en clase? No recuerdo, pero como te día clase hace cuatro o cinco años todo es posible. Gracias y saludos,
      Miguel Angel

  7. Es cierto Miguel Angel, a menudo estamos demasiado induidos a los bonus quizás porque es lo que impera en muchas empresas, en el caso de estos super-directivos me refería a los planes de incentivos que a veces lanzan las empresas para retener a ciertas personas a largo plazo, aunque desconozco como alinearlos bien con la empresa si no hay cierto componente de ética (lo de las cajas de ahorro que vemos estos días en la prensa es «curioso»).
    Sí soy nuevo, del emba de primero de este año.

    Un saludo,
    Xavi

    • Ahora caigo Xavi, con 120 nuevos en las dos clases no te tenía todaví situado. A mi lo de los incentivos me pone excesivamente nervioso. Se puede ver en otros mensajes del blog.
      Muchas racias,
      Miguel Angel

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