Tener razón

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Normalmente ante una situación en la que hay que tomar una decisión, cuando una alternativa es razonable y su contraria no, uno piensa que hay que llevar a cabo esa alternativa. Y nos llevamos un chasco cuando comprobamos que esa tan razonable propuesta no es aceptada por otras personas.

Pasa muchas veces y uno se lleva un chasco porque da por sentado que los demás también son razonables y la verdad es que muchas veces las personas con las que uno interactúa no razonan bien (otras veces es uno mismo quien no razona). Esto lo hemos de tener en cuenta en nuestras decisiones. Hemos de estar abiertos a la posibilidad de que nuestro interlocutor no razone.

Muy en concreto, cuando el que tiene el poder es un tonto, el tener razón no sirve para nada. También se dan situaciones de intereses creados que hacen que una persona no acepte una alternativa razonable. Es famosa la frase «es muy difícil que una persona entienda una cosa si su sueldo depende de no entenderla»

Como anuncié la semana pasada, os convoco a todos los blog-lectores a una reunión presencial en el IESE de Barcelona el jueves 4 de diciembre a las 19.15 de la tarde. Propongo que tratemos el tema «Causas por las que a veces las empresas no consiguen lo que se proponen». En lenguaje sencillo, «fallos más comunes en las empresas y cómo evitarlos«. Para tener una idea de cuantos seremos, los que penséis asistir, enviar un mensaje a esta dirección electrónica. Posteriormente haremos una reunión similar en Madrid. Hasta el jueves que viene, y hasta el 4 de diciembre.

32 COMENTARIOS

  1. Estimado Miguel Ángel:

    Tienes mucha razón en lo que comentas. Pero me gustaría darle un par de vueltas a lo que expones.

    Hay veces que no es tanto tener un tonto delante, como no haber sido capaces de explicar lo que se quiere hacer. Muchas veces asumimos que determinados razonamientos serán entendidos de manera inmediata por nuestros interlocutores porque llevamos mucho tiempo pensando en ellos, o porque los dominamos de tal manera que los damos por entendidos.

    Otras veces somos nosotros los que no entendemos a la persona de enfrente, y para él el razonamiento es perfecto. Por eso creo que una buena explicación ayuda a resolver este tipo de situaciones.

    Por último, muchas veces razonamos, explicamos, convencemos, realizamos, pero fracasamos. Te sientes fatal, porque todo estaba atado, pero la realidad lo «estropeo» todo. Nuestro plan a la basura, y parte de nuestra reputación. Para esto es muy importante tener en cuenta las hipótesis en las que nos basamos.

    Disfruten de las reuniones en España, les sigo en la distancia.

    Saludos cordiales.

  2. En Lima, como tú sabes, antes de subir a un taxi se «arregla» el precio. Quedamos en 5 soles y me di cuenta que el taxista se creía muy «racional». Era un buen tipo, pero todo el viaje decía: «todo es relativo … porque … todo es relativo», repetidas veces. Al pagarle le di un sol y reclamó, obviamente. Le dije es que … todo es relativo … así que para mí son 5 soles … y se rió de buena gana y me dijo que le había dado una lección. Seguimos hablando hasta que llegamos y creo que, al final, verdaderamente se arrepintió de cómo pensaba. Fue muy interesante ese viaje y creo que describe lo que nos enseñas esta semana. Saludos.

  3. Hola Miguel Ángel,
    a veces conclusiones diferentes responden a distintas visiones de la misma realidad, y no tienen porqué ser excluyentes entre sí. Lo complejo – o «no fácil» – es saber priorizarlas.
    Me encantaría estar el 4 de diciembre, a ver si me encaja.
    Un saludo, cordial y parisino 😉

    • Hola Miguel Ángel.

      Estoy de acuerdo con José María. Siempre he pensado que cada uno se mueve por sus inquietudes, intereses y vivencias. Es posible que tú bajo tu experiencia, lo veas de una forma que quizás sea para ti la más razonable, pero seguro que en el razonamiento del otro existen puntos también de bastante lógica. Y si bien es cierto que si se mueve por un interés puramente personal, véase el dinero, puede que no se llegue a nada, si no es así, lo más seguro es que su razonamiento de algunas manera enriquezca el tuyo. Al menos yo siempre he pensado de esta manera.

      Un saludo y que paséis buen día.

    • Efectivamente José María y Anónimo. Puede ser muchas veces uno mismo quien esté equivocado. En cualquier caso esto no invalida el que delante de un tonto el tener razón no sirve para nada.
      Gracias por vuestros comentarios,
      Miguel Angel

  4. Totalmente de acuerdo con la exposición, aunque quizá los terminos al enfocarlos al yo, acaban por chirriarme un poco……¿Y, si los tontos somos nosotros?
    Me encantaria esa reunión del dia 4, pero por lejania, me esperaré impaciente a la de Madrid.
    Gracias por hacernos pensar.

  5. Buenos días Miguel Ángel,

    Aunque creo entender tu post, yo no me atrevería a llamar tonto a la otra persona. Al final, las decisiones son procesos en los que intervienen diferentes criterios, como los vértices de un poliedro. El problema es identificar cuales son los que deben considerarse y verificar que todos los que participan utilizan los mismos. Es cierto como comentas que en ocasiones, creemos que los que hemos elegidos son los buenos y olvidamos otros que deberían estar incluidos, quedándonos sorprendidos cuando son estos los que se utilizan en la valoración por parte de otras personas. Es también cierto, que a veces, tanto nosotros, como los otros, utilizan criterios, que no deberían formar parte del proceso, por lo personales de los mismos. Al final, si somos capaces de gestionar este proceso y comprender de forma empática la manera de razonar de la otra persona, podremos ser más efectivos en nuestra influencia en la toma de decisiones. Estoy contigo que hay ocasiones, más frecuentes de lo que nos gustaría, que es imposible la labor de influencia, porque hay intereses creados. En estos casos, obremos de la forma más profesional posible, enunciando los riesgos.

    Apunto en la agenda la fecha del 4 de diciembre.

    Un abrazo,

  6. Hola Miguel Angel,
    Hacia tiempo que no podia participar pero siempre leo tus post semanales y me ayudan mucho. Gracias
    Sobre el tema de hoy, estoy de acuerdo contigo, puesto que me ha pasado en varias ocasiones. Yo soy (a veces incluso demasiado) racional y me cuesta mucho discutir con personas que no razonan sus puntos de vista. Creo que el dialogo (si hay interes por ambas partes en justificar su postura) ayuda y es muy util pero si una de las partes simplemente quiere defender una postura irracional (por otros intereses) no querrá razonarlo y además hará lo posible porque ese dialogo se distorsione con otros elementos o se acabe (cambiando de tema, llevandolo a absurdos, etc..) asi que al final lo mejor es dejar de discutirlo, ahorrarte el mal trago y seguir adelante con los que puedas hacer o se te permita…. y es una pena porque además de que frustra mucho, al final se acaba consiguiendo que las personas no propongan mejoras o ideas, ya que saben que la decisión de implantarla no atañe a la racionalidad sino al interes o capricho de una persona.
    Buena semana a todos
    PD: Me apunto a la de Madrid

    • Estoy totalmente de acuerdo contigo Cayetano, y expones muy bien lo que pretendía decir en el mensaje de esta semana. Haremos una reunión en Madrid después de las navidades.
      gracias y saludos,
      Miguel Angel

  7. Gracias Miguel. Ya era hora de que se pudiera decir por escrito que puede suceder que el que tiene el poder es tonto. Con este tipo de jefe efectivamente lo de menos es tener razón o no, como el gigante Polifemo solo tienen un ojo para ver su propia razón siendo incapaces de ver otros punto de vista. En algunos casos el grado de estulticia llega al nivel de que su «razón» sea sencillamente lo contrario de lo que digan los miembros de su equipo. En este caso podemos jugar al menos a decir lo contrario de lo que pensamos para que el jefe tonto haga lo que queremos.

    No me pierdo la sesión de Madrid.

    • Efectivamente José, a un tonto es muy fácil manipularle por mucho poder que tenga, como bien explicas.
      gracias ynos veremos en una reunión en Madrid pasadas las navidades.
      Gracias y saludos,
      Miguel Angel

  8. Supongo que cuando alguien toma una decisión lo hace pensando que es la correcta pero, es cierto que los argumentos objetivos, la sensatez y la lógica no siempre guían las decisiones. La duda que siempre me asalta es si una decisión que no parte de esas premisas es una buena decisión y si, a pesar de que una decisión sea objetivamente la mejor, no la tomamos porque no estamos dispuestos a asumir unas consecuencias que no nos gustan.
    Que tengais buen día.

  9. Es difícil saber quién tiene razón: Cuando tengo un «tonto» frente a mí, trato de comprender cual es el paisaje desde su posición porque «el tonto» puedo ser yo. Nuestra sensatez y nuestra lógica es una percepción que tiene absoluta relación con nuestro puesto de observación. De todos modos es muy real aquella frase de Upon Sinclair, un premio Pulitzer de los años 30- » Es muy dificil que un hombre entienda algo si su salario depende de que no lo entienda». Nadie se toma ni siquiera un segundo en reflexionar sobre algo que lo puede perjudicar. Por lo general la reacción empieza en el exterior del sistema de defensa del que escucha y casi siempre en el interior del sistema de defensa de quien hace la manifestación desacreditándolo.

  10. Quería agregar una reflexión, sobre lo que frecuentemente se dice sobre que en determinada actividad 2 más 2 no es igual a 4, o (1+1=3) en este caso. Hay una limitación muy importante en ese modo de razonar, porque se trata de una modelo matemático de algo y si la suma no se corresponde no es porque en determinado asunto las cosas son diferentes, Simplemente como sucede con frecuencia los valores del modelo no representan la realidad o o lo que es más común le falta algún término. Entonces no es en este caso que 1+1=3, simplemente el tres indica que quién plantea la suma no conoce el problema lo suficiente porque los resultados nos e corresponden con su teoría modélica.

  11. Cuando realmente se tienen el poder… comportarse de forma «tonta» o «lista» es cuestión de rodaje y de tiempo (resultados). A mi modo de ver, se tiene que seguir trabajando y hacer que aquello que planteamos tienen sentido o en su defecto es modificable. (La razón como la verdad no se manifiesta completa al 100%, siempre hay circunstancias variables y verdaderas).

    «Tener razón» es que en función del tema propuesto por el Prof. M. Ángel, existan más aportaciones valiosos o matices en los comentarios expuestos.

    Gracias por la atención, buen Fin de Semana a todos/as, Ramón.

  12. Hola Miguel Angel,
    Soy Eduardo Loma-Ossorio promoción EMBA 2012.

    Si la vida me lo permite, asistiré a la quedada del día 4 de diciembre sobre Toma de Decisiones a las 19,15h.

    Ya diréis en que sala nos vemos!

    Saludos.
    pd: mi email es: e.loma.ossorio@gmail.com

  13. Qué razon llevas. Sobre todo, cuando se trata de tomar decisiones que suponen admitir que alguien (o todos) estaba(n) equivocado(s). En fin, ojalà tuvieramos una cultura corporativa que motivara màs a frenar las cosas que no funcionan en vez de tirar para adelante a sabiendas que es un desastre (como dicen los ingleses, too big to fail).

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