Directivos desarrolladores y directivos empequeñecedores

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Aunque ya hablé de este tema hace más de un año, voy  tocarlo ahora desde otra perspectiva. Hay directivos que la gente que trabaja con ellos salen muy desarrollados. Dan autonomía. No cortan las alas. Animan y facilitan las cosas cuando alguno de sus colaboradores se presenta con un plan que le entusiasma. La gente crece con este tipo de directivos. Además con ellos se trabaja muy a gusto.

En cambio otros cortan las alas. Dan órdenes precisas a su gente y ponen mala cara cuando algo no se hace exactamente como se había dictado que se hiciese. Ahogan todo tipo de iniciativa. Sofocan a su gente. La empequeñecen. Parece que no contentos con vivir su vida, se empeñan en vivir también la vida de los demás. Suelen creerse en posesión de la infalibilidad de lo que hay que hacer y no admiten que alguien pueda sugerir un plan mejor. Agobian. No son muy inteligentes. Si lo fueran no actuarían así.

Ante un jefe empequeñecedor intenta cambiar si puedes. Los que hemos tenido algún jefe desarrollador hemos experimentado la satisfacción del crecimiento personal. Piensa tú qué tipo de directivo eres. O qué tipo de padre o madre de familia eres, porque esto sirve también para la familia. Hasta el jueves que viene.

24 COMENTARIOS

  1. Buenos días Profesor Ariño,

    Felicidades por su blog que nos hace parar a reflexionar un rato sobre muchos asuntos que nos conciernen tanto en la vida profesional como en la personal.

    Como directivos y personas creo que tenemos la obligación de permitir y incentivar que las demás personas que tenemos a nuestro alrededor se desarrollen e incluso acaben siendo mejor que nosotros. No debemos tener miedo a que alguien nos pueda «superar» a nosotros mismos, al contrario debería ser un motivo de satisfacción haber podido colaborar a ello. Digo lo de «superar» entre comillas puesto que puede dar a entender la existencia de una competición cuando en ningún caso debería ser así. Si todos colaboramos y participamos en el desarrollo mutuamente, todos aprendemos y es este aprendizaje el que nos hace desarrollarnos a nosotros mismos.

    Creo que todos los que en algún momento hemos tenido algún superior «empequeñecedor» agradecemos cuando nos topamos con alguien que nos permite desarrollarnos. Lo que luego no sirve es no aplicar este desarrollo cuando alcanzamos ciertos puestos… Habría que mirar atrás y pensar sobre cómo hemos llegado hasta este puesto….

    • Gracias Santiago por tus reflexiones. Y efectivamente, no hay competición. Yo al menos solo compito contra mi mismo, intentando mejorar cada dia.
      Un directivo desarrollador acepta que un subordinado pueda equivocarse. Si no hay posibilidad de equivocación no hay posibilidad de desarrollo.
      Muchas gracias Santiago.
      Saludos,
      Miguel Angel

  2. He vivido en primera persona, los dos tipos de dirección que comenta el Prof. M. Ángel, en ambos he salido beneficiado. puesto que he aprendido con algún disgusto el valor de «Salvar» dichas dificultades y vencer la frustración (mi frustración).

    En uno de los caso extremo vivido, pude decir: No me voy despiden La Empresa, sois vosotros los que os quedáis dentro, adiós muy buenas; gracias a eso inicie mi trabajo con autonomía, creatividad, imaginación y satisfacción. Si la circunstancia adversa aquí descrita no hubiera ocurrido, posiblemente hubiera acabado mi ciclo laboral en una Empresa de servicio de origen gasista.

    Gracias por la atención, buen fin de semana, Ramón.

  3. Miguel Ángel,

    Muchas gracias por provocar esta reflexión! Tengo la gran suerte de tener un jefe de los «buenos» de esos que te hacen crecer en lo personal y profesional, animan e ilusionan y un largo etc. de cosas muy positivas (es una gozada!). Me llevo este tema para darle vueltas en lo personal, seguro que puedo mejorar en mucho campos

    un abrazo

  4. Yo creo que todo radica en no entender la vocación. Para empezar hay por lo menos tres vocaciones. La primera es la sobrenatural que trasciende todo. La segunda es la de Gobierno que debe tener todo líder. Y la tercera es la Operativa, que depende de en qué eres o quieres ser el mejor. Esta última es muy vertical cuando se dirige a otros y confunde a los que quieren ser de Gobierno pero no tienen la vocación. Inspirador post.

  5. Hacer crecer. Eso forma parte importante de ser un buen jefe.
    Es más, me atrevo a decir que aquel jefe que en un tiempo determinado no haya conseguido que alguien de su equipo promocione a un nivel superior o equivalente no es un buen jefe.

  6. De acuerdo con el camino que tienen que seguir los que mandan pero no hay que olvidar la exigencia y los resultados, es decir, todas las ayudas que presten esos directivos deben estar encaminadas a obtener lo solicitado sino el fracaso será colectivo y nadie saldrá beneficiado.

    Si como directivo se colabora con el equipo todos empujarán fuerte y darán lo mejor para alcanzar el éxito, si el equipo sólo sigue al directivo por la jerarquía nadie dará más de lo necesario.

    Saludos.

  7. Una versión de los «empequeñecedores» son los que quieren sólo colaboradores flojos y sumisos.
    Tienen miedo de tener colaboradores brillantes.
    En el fondo es la inseguridad propia.
    Y lo pagan perjudicándose a sí mismos. (Es lo que ocurre cuando te faltan brillantes colaboradores)

  8. Es muy cierto lo que comentas Miguel Angel.
    Generalmente, los jefes «empequeñecedores» suele ser gente desubicada, es decir, que no estan ubicados en el lugar que les corresponde. A menudo son jefes debido a un «enchufe trifásico a alta tensión»!.
    Estos jefes, coartan la libertad de su entorno… porque la libertad es una fuerza poderosísima que pone cada cosa y cada persona en el lugar que le corresponde, y claro está, eso es peligroso para ellos.

    Saludos a todos y gracias por el blog
    Javier del Agua

    • Efectivamente Javier, la diferencia entre las personas y los demás elementos en una organización es que las personas son libres, y eso hace que dirigirlas tenga sus peculiaridades. Para dirigir un ordenador o una máquina basta con saber manejarla (lo cual muchas veces no es poco), pero manejar a algo que tiene libertad…. hay que conocer bien qué es una persona.
      Muchas gracias por tu intervención,
      Miguel Angel

  9. Acertadisima reflexion. Los que llevamos unos años entre compañeros hemos tenido la suerte de encontrar gente inspiradora, admirada, y tambien gente cuyo ejemplo es para no seguir y que, coincido, son los que «mandan» pero no son muy inteligentes. Lamentablemente, los resultados a corto potencian a estos ultimos. Saludos

  10. He tenido la oportunidad de trabajar con los dos tipos de perfiles y sobre todo es muy difícil hacerlo con los empequeñedores, ya peor si encima tienen un prejuicio bien formado sobre uno. Por suerte, con trabajo, optimismo y proactividad, mi jefa cambió de opinión y nuestro trabajo se convirtió en mi productivo y enriquecedor.

    Muchas veces es importante dejar ver que un trabajo no solo es un simple trabajo sino que te «desvives» por hacerlo bien para que tu superior cambie el chip

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