Muchas veces confundimos nuestra percepción de la realidad con la realidad. Hay personas que tienen miedo a los perros. Algunos, entre los que me incluyo, mucho miedo. Con frecuencia me encuentro con alguien paseando a su perro. Yo me aparto, y es entonces cuando el amo exclama ¡pero si no hace nada!
Yo no niego que el perro sea pacífico (a pesar de que con frecuencia se pone a ladrar y a acosar), pero la realidad que muchos dueños de perros parecen incapaces de entender es que si un viandante se aparta es porque les tiene miedo. Esto no cabe en su horizonte mental. Piensan que como ellos no le tienen miedo, nadie les tiene que tener miedo.
La historia del perro me sirve esta semana para que reflexionemos sobre la diferencia entre la realidad y la percepción. Si yo pienso que me sé muy bien una asignatura, pero el profesor me suspende, no sirve de nada que yo crea que la domino. Si yo pienso que mi producto es muy bueno, pero nadie me lo compra, más vale que vaya cambiando de producto. La realidad es la que es aunque a mí no me guste.
, y al final esta confusión acaba jugándonos malas pasadas. Aprendizaje, cuestiona tus suposiciones cuando vayas a tomar decisiones. Sobre todo ojo con pensar que todo el mundo piensa como tú. Recuerda que hay quien tiene miedo a los perros por muy pacíficos que a ti te parezcan.
Cuña publicitaria: los primeros días de junio tenemos un programa de tres días sobre Toma de Decisiones en el IESE. Por si sabéis de alguien que quiera apuntarse. Hasta el jueves que viene.
¡¡Hola Miguel Ángel!! Aunque esté más inactivo te sigo leyendo 🙂
Coincido totalmente: la falta de empatía es una patología cada vez más extendida… la gente se acostumbra a su estado y a su vida y todo lo que sea diferente les resulta como si fuese en un idioma diferente. Cada uno pensamos sólo en nuestros temas… el que trabaja con horario fijo piensa que todos debemos de conocer su horario… el que tiene prisa piensa que todos debemos correr como él… la gente no ve más allá de sus problemas y así nos va… ¿cómo va a haber alguien que le tenga miedo a los perros? si yo tengo uno… hay que pensar un poquito más en los demás.
¡Gracias!
Gracias Luis por continuar siguiendo el blog. Efectivamente solemos pensar que lo que pensamos nosoyros lo piensa todo el mundo.
Un abrazo,
Miguel Angel
Yo recuerdo que cuando conocí al profesor Polo, solo él y yo sabíamos del teorema de Gödel y sus serias implicaciones para el futuro de la matemática. Se lo dije y nos hicimos amigos como expongo en la revista del IEFLP http://www.leonardopolo.net/revista/mp49.htm con lo que me tranquilizó y enseñó la salida. Yo tenía serios problemas para que otros me entiendan que con lo que sabía de los números era inevitable su aplicación a otros dominios distintos a la física y matemática: en mi primer caso: la economía. Creo que tienes toda la razón en que los otros no se ponen en los zapatos de nadie. Pero hay excepciones como en el caso del profesor Polo. Tuve que escribir el libro de La Constante que será presentado el 30 de abril (jueves) en Lima. Más detalles en FB, sección eventos. Tú estás invitadísimo MA, aunque comprendo que no puedas llegar. Los que quieran ir, me lo dicen por FB o a mi correo.
Gracias Javier, y enhorabuena por tu libro.
Efectivamente es una sana práctica ponerse en la situación de los demás
Gracias y un abrazo
Miguel angel
Muy bien expuesto, Miguel Ángel, as usual.
Muchas gracias Daniel
Un abrazo,
Miguel Angel
Me parece, Miguel, que este aspecto que comentas es realmente clave y tiene una importancia mucho mayor de lo que se suele, precisamente, creer. Entender la naturalez de la información que consideras para tomar una decisión es crucial. A menudo se confunden las creencias y los deseos con la realidad y por eso el wishful thinking causa los estragos que causa. Enhorabuena por el post.
Gracias José Miguel. Yo creo que el aspecto más importante para el éxito en la toma de decisiones es conocer la realidad. Y confundir mis percepciones con la realidad es algo muy frecuente.
Muchas gracias,
Miguel Angel
Continuando hablando figuradamente sobre los perros y sus dueños, sobre como ladran y acosan, tanto los perros como los dueños sólo se darán verdaderamente cuenta de que están molestando en el momento en que tú (aquel que se siente acosado) aparte de forma brusca a ese perro y le haga ver sin reparos al dueño que controle a su perro y que el comportamiento del perro no es más que el fiel comportamiento que el de su amo.
Pues sí eso es lo que hay que hacer en muchas situaciones en la vida con los que acosan y apabullan. muchas gracias José María
Saludos,
Miguel Angel
Hola Miguel Angel.
Tienes toda la razón con tu post.
Vaya fastidio este temor a los perros!!, y más teniendo en cuenta que cada vez hay más en las ciudades.
No creo que te pueda ayudar pero piensa cuando veas a alguien pasear a un perro que el auténticamente peligroso de verdad no suele ser el perro sino el que va al otro extremo de la correa !!.
Si el perro pudiera hablar nos alertaría seguro de lo peligroso de su amo.
Y por favor dejame aprovechar para lanzar un mensaje a los lectores del blog: !! Hay que recojer SIEMPRE las cacas del perro… aunque no nos vean.
Por cierto os dejo el link de una iniciativa de empreneduría de un compañero nuestro del IESE que me parece genial.
http://cannybox.net/index_es.php
Saludos,
Javier del Agua
Muy simpático tu comentario Javier. Muchas gracias. Mejor no enfrentarse con el amo porque te puede echar el perro encima.
Saludos,
Miguel Angel