¿Qué se les debe exigir a los próximos alcaldes?

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El domingo pasado fueron las elecciones en los casi 10.000 ayuntamientos que hay en España, y en bastantes comunidades autónomas. En las próximas semanas serán proclamados los alcaldes que tomarán decisiones que afectarán a los ciudadanos. Me pregunto ¿Qué condiciones deben cumplir estos, quizá nuevos, alcaldes? Yo propongo dos.

La primera competencia profesional. Que sean capaces de dirigir corporaciones en las que trabajan centenares de empleados municipales, con decenas de oficinas de servicios, que en algunos casos afectan a cientos de miles de ciudadanos. Parece un requisito obvio, pero quizá no lo sea tanto

La segunda que conciban su función como un servicio y no como un privilegio. No me refiero solo a que no metan mano en la caja ni que den concesiones acuñados y amigos. Eso es lo mínimo. Me refiero a que en su quehacer de gobierno han de buscar el beneficio de los ciudadanos cuyos servicios administran y no pensando en las políticas que les ayudarán a mantenerse en el sillón dentro de cuatro años.

Estas dos condiciones se pueden resumir en la idea de ejemplaridad. Los que han salido elegidos como gobernantes de nuestras ciudades deben ser ejemplares. Como lo debe ser cualquier directivo que esté a cargo de una organización.

Como siempre cualquier comentario es bienvenido, y muchas gracias a todos los que participais y difundís el blog. Hasta el jueves que viene.

18 COMENTARIOS

  1. Buenos días Miguel Ángel,

    Estoy del todo convencido de que la mayoría de funcionarios públicos, y los políticos no dejan de serlo aunque sea de forma interina, tienen un marcado sentido del servicio, sino, no tiene sentido su puesto de trabajo, la lástima es que buena parte de los políticos de todo pelo y color que hemos tenido hasta ahora, han campado a sus anchas como si de su cortijo se tratara, sin tener ni por asomo la idea de servicio al pueblo del que es valedor, cuando menos en teoría.

    Estos días el contador vuelve a cero, ¿que puede cambiar si realmente se consideran servidores, que no siervos, del pueblo que les ha votado?

    Un abrazo, gracias por tus reflexiones y feliz día

  2. Muy a nuestro pesar llegan a dirigir instituciones públicas personas con escasa competencia profesional, que no quiere decir que sean malas personas pero quizás con estudios o no, algún idioma o no, y insuficiente trayectoria profesional para el cargo vamos que en otros lugares no llegarían a estos puestos de dirección. Para obtener un cargo público se debería exigir la misma capacitación como si la de contratar a un director general o un directivo senior se tratara. Al fin y al cabo manejan dinero, personas, gestionan conflictos…. Y por supuesto los compromisos éticos y demás.
    No deja de sorprenderme las dos varas de medir: para aspirar a cualquier plaza de funcionario público (abogado del estado, juez, notario…), hay que pasar unas oposiciones y en ocasiones muy duras que exigen años de estudio, en cambio para otros cargos el mero requisito es que te voten.

  3. Estoy bastante de acuerdo contigo Miguel Angel, pero desgraciadamente empieza a parecer ciencia ficción.
    Tu hablas de estadistas, de gente con amplitud de mira, con integridad etica y vocación de servicio. No digo que no la haya en la clase política, que seguro que la hay, pero brillan poco y los que estan a veces con su silencio se convierten en cómplices. Ojo, no hablo de de los funcionarios que hay de todo, e incluso diría que mayoritariamente muy buenos. Siempre hay jetas y vagos pero no son la mayoría.
    Me refiero a los políticos y lo peor de todo es que me temo que son reflejo de lo que es la sociedad y eso tiene mas dificil arreglo

    • EStoy de acuerdo contigo Rotor. Una cosa es lo que debería ser, y otra cosa es lo que es.
      Por cierto, totalmente de acuerdo en tu defensa de los funcionarios.
      Gracias y sludos,
      Miguel Angel

  4. Hola Miguel Angel.
    Completamente de acuerdo respecto a la segunda condición que apuntas deben tener los alcaldes (absolutamente imprescindible)… pero respecto a la primera un comentario;
    Pienso que la principal competencia que debe tener un alcalde es la de PRESIDIR, antes que la de DIRIGIR. Lógicamente la casuística de los 10.000 ayuntamientos es enorme y no todos tienen la misma estructura de funcionamiento y recursos. Desde luego si además un alcalde tiene competencias directivas… de coña.
    La función imprescindible de un alcalde es la de buscar consensos, acuerdos, equilibrios entre todos los miembros electos de un consistorio que representan en definitiva todas las sensibilidades de los ciudadanos.

    Saludos a todos y gracias por el blog.
    Javier del Agua

  5. Hola Miguel Ángel,

    no se puede decir mejor: capacidad y actitud, para alcaldes y todos los funcionarios.

    Yendo algo más allá, con tu permiso, me gustaría apuntar a que sería deseable devolver a los secretarios de los ayuntamientos su antigua capacidad de veto de las decisiones municipales que no se ajusten a la ley. Así era hace años y se modificó en 1985. Vamos, que si toca alcalde inútil, que no le sea fácil desvariar o lucrarse.

    Saludos y gracias por los buenos ratos de tu blog.

    • Hola José María.
      Totalmente de acuerdo con tu comentario. Es curioso ver como la clase política ha ido moldeando la democracia y se ha ido blindando ante todo lo que le resulta incomodo.

      He conocido alcaldes que sin ocultarlo no han parado hasta quitarse de encima (via moving) al secretarí@ de ayuntamiento que les resultaba incómodo.
      Tambien he conocido alcaldes que se han aferrado a su secretari@ por la seguridad y paz de espíritu que les dan en todas sus actuciones. Supongo que en definitiva depende de la talla moral del alcalde en cuestión… y claro, es dificil poner un examen de moral antes de ser candidato !!

      Saludos y gracias por el debate y el blog
      Javier del Agua

  6. Buena síntesis.

    Con lo cual, las competencias profesionales sin experiencia de dirección, no ayudarán de mucho y por otro lado, una persona con fundados cuestionamientos políticos, legales, familiares, etc. iniciará con sombras su gestión…en estos casos, son los ciudadanos quienes no la tendrá fácil… y puede significarles años de estanco o retroceso…

  7. ¡Gracias por el post!

    Yo llevo días dándole vueltas a la cabeza y como bien apuntaba Roger, ¿por qué no se les exige a los aspirantes un máster en gestión y cierta capacidad en liderazgo de personas? (¡como mínimo!). Me cuesta confiar en que una persona sin experiencia sea la más adecuada para administrar los recursos de la ciudadanía. Por lo visto en algunos casos tendremos que conformarnos con que cumplan las condiciones «sine qua non» que apunta el profesor Ariño.

    • Eso debería ser. El problema es como garantizamos que tienen esa cierta capacidad de liderazgo.
      Yo no sé, pero alguna competencia observable se les debería exigir.
      Gracias Carmen,
      Miguel Angel

  8. Miguel A. comparto parcialmente tu post.
    Estoy totalmente de acuerdo que en los ayuntamientos grandes las personas que acceden al poder deben de reunir un mínimo de requisitos y no sólo a nivel humano si no que requiere tener determinadas capacidades profesionales como las que comentas.
    Sin embargo hay muchos núcleos de población, pequeños pueblos, en los que las personas son capaces de poder gestionar el cargo y las personas con las capacidades innatas que tienen, es decir no es necesario que sean unos «crack».
    Son muchas las personas que de forma desinteresada, cobrando en algunos casos o nada o una pequeña retribución, saben gestionar los recursos del ayuntamiento de forma eficaz y austera. A ellos mi más sincera felicitación.
    En las grandes ciudades es donde, desde mi punto de vista, se pueden cometer autenticas salvajadas puesto que no se gobierna con el criterio de buen gobierno si no de contentar a las personas con aquellas promesas electorales que se han hecho. Y ahí hay una trampa mortal: al llegar al poder te das cuenta de que has prometido lo incumplible.
    Por otra parte hay que gestionar los recursos y normalmente te encuentras que tu antecesor no ha sido todo lo honesto que debería y se ha olvidado unjas cuantas facturas en el cajón, los proyectos ya han sido firmados a última hora y te han dejado la caja de los siguientes años esquilmada o diezmada. Por tanto tu trabajo se convierte en reconvertir el ayuntamiento sin poderte quejar y eso es un trabajo poco agradecido y en el que no encuentras el apoyo de tu oposición que es, normalmente, quién te ha dejado el marrón.
    Y sí, en estos casos te hace falta formación, y si no la tienes entonces aplica la humildad: rodéate de personas competentes, que no sean políticos profesionales y sí buenos gestores.
    A todos los que van a ocupar cargos de responsabilidad os animo a que no os cieguen las banderas y penséis en dar a los ciudadanos, no importa a que partido hayan votado, lo mejor de vosotros mismos.
    Disculpad lo mucho que me he extendido.

    • Gracias José María por participar. Totalmente de acuerdo con lo que dices de los pequeño syuntamientos. Y por supuesto, el cómo dejan las cosas los anteriores gestores puede ser un problema. Y si es un problema lo es por falta de categoría moral. Porque conciben el puesto en el ayuntamiento como un privilegio que pierden y no como un servicio que deben dar.
      Gracias,
      Miguel Angel

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