Para que un país genere trabajo lo principal es que sea competitivo. Y la forma de ser competitivo va a depender de la actividad económica en la que se quiera destacar. No es lo mismo querer ser referente mundial en desarrollo tecnológico, que querer serlo de producción de automóviles o querer triunfar en la indústria turística. Cada ámbito va a necesitar tener unas fortalezas distintas que como país hay que poder aportar para generar puestos de trabajo aquí, y no en otro lugar del planeta. Y cambiar de sector (pasar de una actividad a otra) requiere de mucho sacrificio: personas cuyo conocimiento y aptitudes ya no son necesarias y personas que han de formarse en nuevos ámbitos. Uno de los problemas que tenemos es que no sabemos dónde queremos triunfar en un futuro como país ni qué sacrificios vamos a tener que hacer. Sin ello, hablar de semanas laborales de 4 días, jornadas de 4 horas, edades de jubilación y demás no tiene ningún sentido.

Jamás, JAMÁS un pais se ha levantado trabajando menos. Pretender mejorar un país trabajando menos es un concepto completamente alejado de la realidad económica y laboral. Desde el punto de vista de un funcionario, quizá tenga sentido. Desde el punto de vista de una cuenta de explotación, no lo tiene en absoluto. Ademas, la oferta y la demanda de trabajo estan tremendamente mal repartidas, con sectores que estan desesperados por encontrar personal que no existe (y no estamos hablando de altísimas cualificaciones), y con sectores con centenares de miles de parados.
Siempre vamos a parar al mismo sitio: las terribles deficiencias del sistema educativo. Tenemos millones de trabajadores sin formacion.

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El trabajo es salud y las empresas son las mayores organizaciones para proveer bienestar material y crecimiento personal. La solución no pasa por transferir salud de unos a otros sino por generar más bienestar colectivo.

Muchas gracias por tu post Miguel Angel. En líneas generales estoy de acuerdo contigo, pero creo conveniente hacer una matización.

Creo que hay que diferenciar entre dos grandes casuísticas que pueden motivar la falta de trabajo y tratarlas de forma distinta.

Cuando no hay trabajo porque la economía del país no funciona como debería y perdemos competitividad, estoy completamente de acuerdo en que la respuesta no puede ser acortar la semana laboral sino abordar el problema de raíz.

No obstante, cuando el trabajo escasea por cuestiones estructurales a nivel mundial, como la creciente tecnificación, sí podríamos contemplar la reducción de la semana laboral, financiada con una reducción de las rentas netas del capital, como uno de los posibles ingredientes de una solución más global al creciente índice de desigualdad.

Esto no es más que el fruto de años de educación equivocada. La cultura del esfuerzo no se lleva y los niños cuando llegan a adultos quieren que se les siga dando todo hecho y trabajar lo menos posible. Mal camino lleva esto

No se si esto de la jornada laboral de 4 días no es otra trampa…. Sin entrar en reflexiones macroeconómicas…..
Si se trabaja menos lo normal es que se cobre menos, pero con más tiempo libre necesitamos más dinero para gastar ó sofá y TV/ series. Pan y circo.
Además, si los profesores trabajan 4 días, los alumnos tienen menos horas de clase, por lo cual la calidad de la educación no va a mejorar. ¿Alguien va a convalidar nuestros títulos ó tendremos carreras de 6-7 años?
No se …..

Si no sabemos que dice el Gobierno no nos precipitemos hasta que lo haga.
Hace tiempo que escucho esta posibilidad y por mi parte la veo positiva porque se podrían formar dos grupos de trabajadores unos que trabajen cuatro días y otro que trabajen los tres restantes, con lo cual aumentamos los puestos de trabajo y los trabajadores pueden disfrutar más de sus familias.

Saludos al Prof. Miguel Ángel y l@s demás participantes. Mis aportaciones al tema de esta semana las explicaré para tres niveles. Nivel INDIVIDUAL: Creo que el trabajo debería ser para cada uno de nosotros algo mucho más importante y trascendental, que no un castigo, una imposición, una obligación, un cumplo-i-miento… Entonces en lugar aspirar al «mínimo esfuerzo» (mínima dedicación, mínimo compromiso, mínimo tiempo, mínimo… de todo) se tendrían en cuenta otros grandes valores como: vocación, servicio, tradición, apoyo, beneficiencia, altruismo, generosidad,… etc. que ahora ya casi nadie tiene en cuenta. Nivel NACIONAL: Consideremos estos tres aspectos: 1) Los distintos Sectores: Lo de las 8 hrs, los 4 días, la conciliación, … etc que se lo expliquen a quienes trabajan en: Agricultura, Ganadería, Restauración, Transporte, Comercio (yo me incluyo aquí), … etc pues solemos trabajar de 12-15 horas diarias y 6-7 días semana ¡Con lo cual los 4 dias dan ganas de patalear… ! 2) La Productividad Laboral: En España éramos y somos de las productividades más bajas de Europa, y con un proteccionismo desproporcionado que impide poder corregirlo. ¡Con lo cual las 4 horas dan ganas de llorar… ! 3) Los (afortunados) funcionarios: Con sus inmensos y exclusivos privilegios que ya tienen de: jornadas 4-5 hrs, mes vacaciones + mes asuntos propios, crédito instantáneo con nómina Estatal, doble cotización SS y Mutua, indespedibles de por vida, … etc ¡Con lo cual los 4 días dan ganas de reir… ! Nivel GLOBAL: ¿Adivinan cual es el país Europeo que tradicionalmente siempre tiene uno de los mayores índices de Paro? ¿Adivinan cuál es el país con mayor crecimiento mundial, que se está adueñando de casi toda la producción del planeta?… Es que los dos tienen formas de trabajar opuestas… Lo entienden, ¿verdad? Un saludo y buena semana (aunque tenga un poco más de 4 días), Xavier D.