Poco antes de las fiestas de navidad, en distintas situaciones, me topé con un par de personas que hacía tiempo que no veía. Eran unos cascarrabias. Protestaban y le echaban la culpa a todo el mundo de no sé qué contratiempo habían tenido. Y en seguida pensé, “yo no quiero ser así. Yo no quiero tener esa actitud”.
No sé si porque estas personas eran así y esa era su actitud ante cualquier contrariedad o es que tuvieron un mal momento. Prefiero pensar lo segundo. En cualquier caso, ser amable cuesta lo mismo que ser un cascarrabias. Pues seamos amables.
Hay quienes que ante los desconocidos o las personas con las que se cruzan poco son amables. No han tenido suficiente trato como para que hubiera roces. Pero estas mismas personas, con sus allegados o compañeros de trabajo que tratan con cierta frecuencia se ponen insoportables. Se conocen suficientemente y se saben los defectos de unos y de otros. Han tenido más ocasiones de molestarse. Pues bien, es precisamente con esas personas que se tratan más con las que hay que ser especialmente amables. Precisamente porque son con las que nos cruzamos más.
Una buena resolución para el año que empieza es ser amables. Especialmente con las personas que más nos cuesta. Con los desconocidos es fácil serlo. Un cascarrabias no tiene amigos. No seas cascarrabias. Feliz fiesta de los Reyes magos y feliz 2022.
Gracias Miguel. Te leo desde Lima, Perú. Feliz Día de Reyes.
Saludos Arturo,
Miguel Angel
Reciba un cordial saludo desde Venezuela junto a mis mejores deseos para este nuevo año 2022, que sea muy productivo y lleno de bendiciones para usted Miguel Angel.
Paz y bien.
Saludos Vik
Miguel Angel