Esta semana voy a hablar de decisiones operativas, y el gran impacto que pueden llegar a tener en una organización. Acabo de regresar de Shanghai donde, como cada año, he pasado dos semanas dando clases de mi tema en el CEIBS, la China Europe International Business School. Disfruto dando clases en China tanto como en el IESE. Allí he tenido ocasión de visitar la Expo de Shanghai. Nunca había estado en una exposición internacional y me ha parecido impresionante y muy bien organizada. No pensaba ir, pero ya que en el CEIBS me regalaron una entrada, la he aprovechado.
Pero decía que iba a hablar de decisiones operativas, pues sí. En el pabellón español, por cierto, espectacular, se visitan 3 escenarios, lo que ofrecen en dos de ellos dura unos 5 minutos cada uno y el tercero es un salón con un inmenso muñeco gigante que parece un bebé de verdad. En cada salón uno entra por un extremo y cuando quiere sale por el otro. ¿Qué pasa? Pues que las colas para entrar duran cuatro minutos.
En el pabellón de Estados Unidos te organizan la vida. También tiene tres salones con audiovisuales. Pero aquí una vez empieza el audiovisual no te dejan salir hasta que acaba. Momento en que todo el mundo tiene que pasar a la siguiente sala y dejar entrar a los que están esperando. No te puedes ni salir a mitad ni saltarte uno de los audiovisi¡uales. ¿Diferencia con el español? Pues que las colas duran veinte minutos, además de que no te dejan moverte por donde quieras.
Pequeñas diferencias operativas pueden tener un gran impacto en el funcionamiento de una organización. Muy bien para España. Por fin un positivo para Zapatero. Bueno, pues hasta el jueves que viene, que todavía no sé de qué hablaré. Admito sugerencias. Pero de verdad, China, im-presionante.
