Icono del sitio Toma de Decisiones Miguel A. Ariño

Todo el mundo lo sabía… después de que pasara

Después de la elección del nuevo Papa he leído en algún periódico que Leon XIV era, efectivamente, uno de los posibles “papables”. Aficionado como soy a las predicciones, desde que falleció el hasta ahora Papa Francisco he recopilado diferentes recortes de prensa donde aparecían los nombres y las características de los posibles papas. Y resulta que en ninguna de esas listas aparecía León XIV.

Es un hecho muy común, cuando pasa algún acontecimiento decir después que ya se sabía que tal cosa iba a pasar. Después de que haya pasado todo el mundo dice que se veía venir. Nadie se acuerda de que antes de que ocurriera nadie lo había predicho. Pasó con la primera vez que Trump fue escogido presidente. Y también con el Brexit. Después de que los británicos votaran marcharse de la Unión Europea, aparecieron voces diciendo que ya se sabía que eso iba a pasar. Lo mismo.

Todos somos muy listos para adivinar las cosas, sobre todo cuando ya han pasado. Es famosa la frase de que “hacer predicciones es muy difícil, sobre todo si son sobre el futuro”. Todo el mundo es un experto en hacer predicciones sobre lo que ya ha pasado.

Todo esto es jocoso si no fuera porque también los directivos están sujetos a este error. Cuando un colaborador toma una decisión con la información que se tiene en el momento en que se toma la decisión, y luego resulta que por los acontecimientos futuros se ve que hubiera sido mejor coger otra alternativa, muchas veces el jefe no recuerda que esa nueva información no estaba disponible cuando se tomó la decisión inicial. Y le cae una bronca a su colaborador.

Saber lo que hay que hacer cuando ya han pasado las cosas es muy fácil. Saber quien iba a ser el papa cuando ya se sabe quien es el elegido también. Error muy común. Hasta el jueves que viene.

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