Me sugieren Kristian Pedersen, antiguo alumno del Global EMBA del IESE, y algunos otros, que comente la decisión de cerrar una buena parte del espacio aéreo europeo. Una de las ventajas de dar clase en el IESE es que contactan contigo frecuentemente antiguos alumnos, de los que puedo aprender mucho.
La nube de lava pulverizada que se ha expandido por el aire ha causado ya más pérdidas económicas que el cierre de los aeropuertos después de los atentados del 11 de setiembre. ¿Ha sido correcto cerrar los aeropuertos? ¿Han sobre-reaccionado las autoridades ante la nube de lava?
Pues yo no puedo juzgar si la decisión ha sido correcta o no, porque no conozco los detalles técnicos que los expertos conocen, lo que si puedo decir que en esta ocasión no se ha cometido un error muy frecuente en la toma de decisiones. Me explicaré. Cerrar los aeropuertos es aceptar una pérdida segura (miles de vuelos cancelados). Los directivos, a veces antes de aceptar una pérdida segura toman decisiones altamente arriesgadas, con la esperanza de que las cosas salgan bien y evitar la pérdida segura. En esta ocasión no lo han hecho así. ¿Hubiera sido una decisión muy arriesgada no cerrar los aeropuertos? Pues no lo sé, ya he dicho que no conozco los detalles técnicos necesarios para evaluar los riesgos, pero en este caso no arriesgaron.

La verdad es que el tema da para mucho más, pero mantengo mi compromiso de poner mensajes cortos. Saludos a todos.