Icono del sitio Toma de Decisiones Miguel A. Ariño

Haciendo muy bien… lo que no hay que hacer

Hay profesionales muy buenos, expertos en resolver situaciones difíciles y complejas. Son muy válidos en las empresas para ese tipo de situaciones. Lo malo es que a veces lo que están haciendo no es lo que hay que hacer. Problemático es cuando se hace muy bien lo que no hay que hacer. El trabajo hecho es perfecto, pero eso no toca hacerlo.

Es la actitud contraria a la del incapaz motivado. El que pone mucho esfuerzo en hacer una cosa que no sabe hacer o una cosa que no se tiene que hacer. Mucho esfuerzo para nada. Para nada porque no se consigue hacer a pesar del esfuerzo.

Pero el caso del que hace muy bien lo que no hay que hacer es mucho más problemático que el del incapaz motivado, pues el primero consigue que se hagan las cosas y obtiene resultados, lo que pasa es que se equivoca en las cosas que hay que hacer y el follón que monta es descomunal. El que despide con mucha eficacia al que no hay que despedir. El que organiza las cosas hasta el último detalle con gran profesionalidad, pero no cuenta con algo o con alguien que era necesario contar. El que es tan bueno realizando sus actividades que no se puede opinar o sugerir modos distintos de hacer y mucho menos intentar hacerlas de otro modo.

Estas personas acaban solas en la organización sin la colaboración de nadie, porque es imposible colaborar con ellas. Son personas no queridas en la organización. Hacen muy bien… lo que no hay que hacer. Hasta el jueves que viene.

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