A veces un grupo de personas tiene que tomar una decisión que nos afecta, y cuando han decidido, si nos afecta positivamente estamos de acuerdo con el grupo, y si nos afecta negativamente opinamos que el grupo estaba formado por inútiles incompetentes y sectarios.
No, el grupo que toma la decisión es competente o incompetente con independencia del resultado de la decisión y de cómo nos afecta. Por lo tanto, el juicio sobre si son buenos profesionales decidiendo o no, hay que hacerlo antes de que tomen la decisión. Si no son buenos profesionales hay que decirlo antes de saber qué van a decidir, y en su caso, si es posible, apartarlos. Y si son buenos profesionales hay que acatar lo que decidan me afecte positiva o negativamente.
No vale hacer un juicio sobre la profesionalidad de un equipo en función de cómo me afecten sus decisiones. No les iría mal a los políticos hacer unos talleres sobre toma de decisiones como muchas empresas lo hacen para sus equipos directivos.
Cambiando de tema, la conferencia que anuncié que había preparado este verano sobre “Cómo integrar la IA en la toma de decisiones” ya la he dado en varios lugares a antiguos alumnos del IESE y para otras empresas y foros empresariales. Es curioso el interés que está despertando todo lo referente a la IA. Hasta el jueves que viene.
