Y no me estoy refiriendo ahora a las tres o cuatro grandes decisiones que se toman a lo largo de la vida, sino a las pequeñas decisiones que tomamos cada día que hacen de cada uno de nosotros quienes somos: profesionales serios o frívolos; personas responsables y confiables o caraduras. Cómo trato a un alumno cuando viene a consultarme algo a mi despacho va determinando poco a poco cómo soy como profesional. Cómo trato y si saludo o no a la recepcionista que me encuentro cada día al entrar a trabajar determina cómo valoro yo a las personas.
En definitiva, cada uno es lo que ha decidido ser. En esto consiste el hecho de ser libres. Ser libre no es hacer lo que uno quiere. Ser libre es saber hacia donde dirigir tu vida y dirigirla realmente hacia allí. Si yo hiciera lo que quisiera, me bebería cada día dos o tres cervezas, pero entonces… Uno puede decidir lo que quiera, pero una vez decidido, ya no es libre de escoger las consecuencias de las decisiones. Por eso decidir es tan difícil y tan importante.
¿Y cómo conecta todo esto con la película de la que hablaba al principio?. Pues la película muestra la trayectoria vital de dos personas. Cómo las decisiones que han ido tomando han ido conformando lo que han sido sus vidas.
Os dejo un video sobre los diez principios para tomar decisiones. Feliz semana santa.