Adelanto esta semana el blog al miércoles porque mañana es fiesta en muchos sitios. El mensaje de la semana pasada generó un abundante e interesante debate con razones a favor y en contra. Yo sigo pensando que los directivos deberían tener solo sueldo fijo. En una guardería en Estados Unidos los padres debían recoger a sus hijos a las 5 de la tarde. Los padres hacían todo el esfuerzo por ser puntuales. Si alguna vez unos padres no podían recoger al niño, la guardería hacía un esfuerzo y se hacía cargo del niño hasta que llegaran los padres. En un momento dado la guardería decidió que los padres que a las cinco y cuarto no hubieran llegado a recoger al niño tendrían que pagar 15 dólares de penalización. Resultado: se disparó enormemente las veces que los padres dejaban de acudir puntualmente.
Se habían cambiado las reglas del juego con un reultado contrario al que se pretendía. Antes tanto guardería como padres hacían un esfuerzo y colaboraban intentando llegar a tiempo unos y haciendose cargo de los niños otros. Al imponer la regla de los 15 dólares los padres dejaron de pensar en la guardería y se centraron solo en que era menos molesto para ellos acudir puntuales o pagar la penalización. Se había pasado del terreno de la colaboración al terreno de pensar en uno mismo.
Pues eso pasa cuando hay sueldos variables e incentivos económicos. La gente deja de pensar en qué es lo que más conviene a la empresa y pasa a pensar en qué es lo que más les conviene a ellos. Acaba ocurriendo lo que pasó en la guardería. Si además los incentivos están mal diseñados, que es lo que sucede habitualmente, los resultados son desastrosos.
El error de base está en pensar que la finalidad de la empresa son los beneficios, y que a la gente solo le mueve el dinero. El centro de la empresa no deben ser los beneficios sino la satisfacción de las necesidades de los clientes. Si esto se hace bien, ya vendrán los beneficios. Si te centras en los beneficios, te olvidas del cliente y empiezan a mermarse los beneficios. Si el centro de la empresa son los beneficios tienen todo el sentido los incentivos económicos y los que solo se mueven por dinero son los que más a gusto están. Pobre empresa ¿Quien piensa en los clientes?
En la guardería dar marcha atras en la regla de los 15 dólares es prácticamente imposible. Los padres ya se han acostumbrado. Lo mismo pasa cuando se implanta un sistema de remuneración variable. Dar marcha atras es dificilísimo. Consejo: nunca lo implantes en tu empresa. Y si ya lo tienes implantado mira de ir reduciéndolo poco a poco.
El debate sigue abierto. Feliz semana santa.
