Me comenta un asiduo lector del blog que opine sobre la composición de los equipos de dirección, en concreto que comente sobre los resultados de un estudio reciente, en el que se afirma que una gran mayoría de los directivos opina que una de las barreras para tomar decisiones eficaces es la confrontación de las diversas personalidades de los directivos que componen el equipo.
Saber dirigir un equipo formado por directivos con personalidades fuertes es un arte que no está al alcance de todos. Más que un arte, yo diría que es un buen “management” propio de los buenos directivos. Lo fácil es gobernar personalidades enanas que opinan lo que opine la mayoría o lo que opina el jefe. Eso es muy fácil, pero las decisiones que de allí surgen son decisiones no bien trabajadas y por tanto no las mejores.
Dirigir personas que piensan, que tienen ideas propias y las defienden, es mucho más difícil. Pero si se sabe hacer, las decisiones que de allí salen son mucho mejores. Pero ya digo, dirigir un equipo así no es fácil y requiere una buena dosis de buen “management”. Me apunta Oscar Carrera, que es quien me ha sugerido que hable de esto, que con un equipo diverso con fuertes personalidades, una vez tratado el tema con toda la profundidad que merezca, la decisión adoptada debe ser asumida por todo el equipo, también por aquellos que opinaban de manera diferente. Esto no es ni más ni menos que dirección colegiada, que tan buenos frutos da y que tan difícil es llevar a la práctica. Hasta el jueves que viene. Os dejo un video por si os interesa.
