Feminismo e igualdad

Relacionado

El arte de dejarse aconsejar

Pedir consejo es una muestra de inteligencia, no de debilidad. Pero elegir mal al consejero puede llevarnos al error. La prudencia exige contrastar nuestras ideas con personas competentes y que nos aprecien. Solo así encontramos razones para reafirmarnos o cambiar de opinión.

Gestionar la incertidumbre: lecciones de 25 turbulentos años

En el mensaje de esta semana hablo de que el siglo XXI nos ha sorprendido con crisis encadenadas: terrorismo, crisis económicas, pandemias, guerras y una Europa cansada. El futuro traerá sorpresas. Necesitamos un diagnóstico realista y capacidad de decisión para reorientar el rumbo de Europa.

El arte de conversar sin imponer

En el mensaje de esta semana hablo de que las personas maduras no imponen sus certezas. Saben distinguir entre opiniones y verdades objetivas, y aun así expone con humildad. La rotundidad genera distancia; la apertura, confianza. La forma en que afirmamos nuestras ideas dice muestra cómo somos nosotros.

Si no me gusta rompo la baraja

En el mensaje de esta semana muestro cómo la calidad de una decisión no se puede juzgar en función de si su resultado me afecta positiva o negativamente. La calidad de una decisión viene dada en función de si el proceso que se ha seguido es adecuado o defectuoso.

Estrategias de adaptación oportunista

En el mensaje de esta semana hablo de las estrategias de adaptación oportunista. Son estrategias que sacrifican el largo plazo en beneficio de logros a corto plazo.

Share

Muy posiblemente con el mensaje de esta semana me lluevan las críticas, pero, una vez más, voy a decir lo que pienso. El otro día, por los pasillos del IESE, me encontré casualmente con una antigua alumna. Nos pusimos al día de nuestras actividades y me comentó, con cierta mezcla de ilusión y tristeza, que recientemente la habían incorporado al comité de dirección de su empresa. ¿La razón de su tristeza? Algunos compañeros del comité celebraban que por fin había una segunda mujer en ese equipo.

Lo que a ella le dolía era que celebraran su nombramiento por su condición de mujer y no comentaran su valía profesional, cuando su aportación a la empresa y su ascenso era por su trabajo serio, su compromiso y su capacidad y no por su condición de mujer.

En mi opinión, poner el acento en promocionar a alguien por el simple hecho de ser mujer acaba perjudicando a las propias mujeres. Lo que deben hacer las organizaciones es crear un entorno que facilite el desarrollo de todas las personas, teniendo en cuenta las características de cada una de ellas. A partir de ahí asignar responsabilidades y remuneración en función del desempeño y la preparación y no por razones ajenas al ejercicio profesional.

¿Todos los hombres somos iguales? Pues yo creo que no. En lo que somos iguales es en nuestra condición de personas. Ahí radica nuestra dignidad. Después, hay que asegurar que todos tengamos las mismas oportunidades para desarrollarnos. Mas allá de esta igual dignidad, afortunadamente, somos diferentes: hay hombres y mujeres, altos y bajos, antipáticos y simpáticos…

Todos con la misma dignidad y el mismo derecho a ser valorados como personas y por lo que aportamos. Misma dignidad e igualdad de oportunidades. A partir de ahí, vivir la caridad y el respeto entre nosotros. Hasta el jueves que viene y mientras tanto vengan todas las críticas a este mensaje.

Website |  + posts

Miguel Angel Ariño es Catedrático de IESE Business School y conferenciante, experto internacional en toma de decisiones, estrategia y liderazgo. Con más de 35 años de experiencia global, ayuda a Consejos de Administración y a la alta dirección a transformar la complejidad en claridad estratégica, impulsando un crecimiento sostenible y ético.

¿Buscas elevar la mirada estratégica de tu equipo? Si deseas una intervención que genere un impacto duradero, explora mis conferencias y talleres de alto impacto o conversemos directamente sobre cómo podemos colaborar.

¿Te interesa agendar una de mis conferencias magistrales?: https://miguelarino.com/oferta-de-conferencias


Descubre más desde Toma de Decisiones Miguel A. Ariño

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

33 COMENTARIOS

  1. Me sorprende que se esperen críticas al mensaje de esta semana. No veo nada discutible, todo lo contrario. El hecho de esperar controversia es lo que me hace ver que todavía nos queda mucho recorrido en el ámbito de la igualdad. Pensaba que habíamos dejado atrás la mitad del camino y ahora dudo.

    • Pues esperaba ciertas críticas, que no está habiendo, sino adhesión al post, porque siempre que hablo de ciertos temas hay polémica. Saludos Anónimo, quienquiera que seas, y gracias por participar,
      Miguel Angel

  2. Pues yo no te critico, soy mujer y pienso lo mismo: no quiero que me promocionen por cuotas o para añadir exotismo al grupo. Quiero que piensen en mi porqué puedo hacer el trabajo igual que mis compañeros. Tuve un jefe que me dijo una vez: no he pensado en ti para la promoción porque como ahora estás muy metida en tu rol de mami… me indigné! Nunca había «utilizado» mi condición de mami en la empresa ni había pedido reducciones ni favores y en cambio la empresa lo utilizaba para limitarme… esto es por lo que debemos luchar!. Seguimos

    • Arianne, totalmente de acuerdo. Lo que se debería esperar de un responsable profesional y honrado sería preguntarte si te apetece o estas dispuesta a asumir esa nueva posición, no responder por tí sin preguntarte, eso es una falta de respeto. Ánimo!

  3. Buenos Días, Don Miguel Ángel: No entiendo porque expresa su miedo a que le ataquen. Las personas valientes como usted, y como los que analizamos bajo nuestro criterio personal todo lo que vivimos, sabemos que estamos expuestos a los críticas. Curiosamente en este tiempo donde se puede guardar el anonimato tras una pantalla de ordenador aquellas son mayores por parte de quienes menos piensan y analizan y se lanzan a «teclear» lo primero que se les ocurre.
    Gracias por su blog, y mucho ánimo para seguir en su línea, sin miedo al que dirán, y sabiendo que un profesor, (al igual que en la parábola evangélica del sembrador), tiene que seguir sembrando conocimiento aun sabiendo que parte de esa siembra no llegará a fructificar.

  4. Buenos días, Miguel Ángel.
    Como padre de 3 hijas profesionales (2 ingenieras y 1 médico), hermano de 4 mujeres profesionales (enfermera, médico, ingeniera, policía nacional), cuñado de 3 mujeres profesionales (doctora en exactas, asistente social, abogada) e hijo de maestra, te aseguro que ninguna de las mujeres que acabo de citar querría otro trato que el que propones. Se sentirían ofendidas si se les «allanase» el terreno por ser mujeres, frente a sus colegas masculinos.
    Un cordial saludo

  5. Hola
    La realidad, que no por serlo tiene que ser triste, es que, como bien dice, todas las personas somos diferentes. Lo que cabe añadir, que no criticar, es que las diferencias no se acaba en ser alto o bajo, gordo o flaco, rubio o moreno, lo que puede resultar importante para determinadas expectativas personales y aun profesionales, sino en que unos nacemos aquí, otros nacen allá; unos en un seno familiar ventajoso en tanto que otros en otro tipo de familias, ya no más modestas económicamente, que también, sino con otros valores. El conjunto de esas diferencias «circunstanciales» , si no determinan el porvenir de cada cual, que no, pueden resultar notables a la hora de encarrilar el futuro de cada cual. En buena parte de los casos; no en todos, que la Historia está llena de gente que se ha labrado su futuro a pulso, sudor y disgustos, en tanto que a otros les ha bastado seguir la «inercia» familiar. También es cierto que muchos de estos últimos, lo han echado todo a perder
    saludos

    • Totalmente de acuerdo Anónimo. Todos somos hijos también de nuestras circunstancias, que aunque no nos determinan, sí que nos condicionan algo.
      Saludos, me gustaría saber quien eres,
      Miguel Angel

      • Hola
        No solo para identificarme, sino para decir que leo «casi con devoción» estos sus escritos
        Miguel Castellví, de Reus. 71 años
        micastellviro@hotmail.com
        (Hijo de modestísimo agricultor, formado como Ingeniero Técnico (a los 20 años), Licenciado en CC EE (a los 45), Tec Esp Viticultura y Enología (a los 30), Supervisor de Inst Radiactivas (a los 25). He trabajado, de un modo u otro, en todas esas áreas.)
        Lo más importante, creo, son los valores básicos recibidos, incluyendo la cultura del trabajo y el esfuerzo. Agradezco a la Vida, haber aprendido – y practicado- a leer (para conocer y tratar de entender) y en menor medida a escribir (para «plasmarme» con exactitud cuando conviene))
        saludos

  6. Es sentido comun. El problema es que el tema ha llegado tan lejos, que hasta nos disculpamos por asomar un poco el hocico en él. Pero como toda injusticia, se esta autodestruyendo, no quedara ni rastro, pero por el camino habra hecho mucho daño

    • Efectivamente Anónimo, no deberíamos sorprendernos de lo que es sentido común. Pero desgraciadamente nos toca ir con cautela todavía. Todo cambiará y triunfará el sentido común.
      Saludos, y gracias por participar,
      Miguel Angel

  7. Gracias Miguel Ángel, me ha gustado tu post. Muchas gracias por escribir sobre temas tan interesantes.

    Y además, simplemente añadiría que la igualdad que deberíamos ansiar, a mi juicio, sería en dignidad de personas, como bien has dicho, igualdad ante la ley, y en igual libertad de pensamiento y actuación.
    Pero creo que la igualdad de oportunidades, además de sobrevalorada, es una utopía y un error tanto en pretender encontrarla como en defenderla como algo bueno.
    Me explico.
    Como bien ha comentado alguien anteriormente, todos somos diferentes, en todo. Y eso hace inviable partir del mismo punto ante cualquier reto en el que queramos competir.
    Por tanto, qué se quiere decir con lo de «igualdad de oportunidades»? Tiene sentido? Hasta dónde hay que igualar con la «sierra» para que todos estemos en la misma linea de salida? es de tontos pensar que se puede conseguir.
    Alguien puede poner un ejemplo en el que dos personas partan con las mismas oportunidades? Permíteme dudarlo 🙂

    Buena tarde y saludos a todos

    PD: propuesta para otro post: ariesgarse es más arriesgado que no hacer nada?

    • Tomo nota de tu sugerencia final Anónimo. Efectivamente la igualdad de oportunidades es imposible, pero lo que hay que hacer es que no se pongan trabas adicionales a la distinta suerte que a cada uno le ha tocado en la vida.
      Gracias por tu interesante comentario.
      Saludos,
      Miguel Angel

  8. Gracias, Miguel Ángel por escribir lo que muchas pensamos.
    Cuando yo empecé a trabajar, mis compañeros me felicitaban cuando me promocionaban. Daban por hecho que valía para el nuevo puesto, la felicitación era sincera y, en más de una ocasión, me felicitaban por haberlo conseguido «a pesar de ser mujer» (consideraban que para mí había sido más difícil que lo que habría sido para un hombre con la misma valía). Te sentías bien.
    Ahora nos encontramos con comentarios similares al que indicas y es que parece que si consigues una promoción es porque eres mujer y no porque lo merezcas. No me extraña que tu antigua alumna se sintiera triste.
    ¡Flaco favor se nos hace a las mujeres si se nos promociona «por ser mujer», por conseguir una cuota o por mejorar la imagen de la empresa!
    Un abrazo

    • Tristemente, en mi empresa han impuesto el sistema de cuotas, y hasta en los procesos de selección obligan a que haya varias mujeres (el sexo infrarrepresentado en este momento) en la última fase. Lo que permite que queden fuera hombres que pueden ser igual o más aptos para el puesto que las mujeres. Eso deja abierta la puerta a que si finalmente se contrata a una mujer, se genere una sospecha, que le hace un flaco favor a la mujer, aunque valga para el puesto.
      Es nefasto tanto para las mujeres como para los hombres.
      Una pena.
      Esa es la consecuencia de querer manipular a la fuerza el resultado, se aniquila la libertad en favor de una supuesta «igualdad» de… ¿qué?
      Saludos!

  9. Buenos días Miguel Angel,
    cuando uno opina en un foro como este donde se admiten comentarios, se está abriendo a recibir opiniones diversas. Ánimo con ellas! Afortunadamente, todas son respetuosas así que no hay que temer a la riqueza de opiniones.
    Mi mensaje a mi colega femenina es que su preocupación no debe ser que se alegren de que sea mujer, sino por haber llegado: ese es su gran mérito. Seguro que sus compañeros se alegran de que sea una persona capaz y de que además sea referencia para otros hombres y mujeres de su compañía. Y si además es mujer, fantástico!
    Felicidades a ella por el reconocimiento que supone su ascenso y a todos los demás por poder disfrutar de tanto talento.

  10. La pena es que se esperen críticas por poner una verdad de manifiesto … Pero sobre el tema que aborda, muchas veces somos las propias mujeres las que no nos valoramos y por lo mismo no nos postulamos …

Deja un comentario

Descubre más desde Toma de Decisiones Miguel A. Ariño

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo