Continuando con el mensaje de la semana pasada sobre universidades públicas y universidades privadas, en algún comentario al mensaje se ha planteado que primero hay que definir qué se entiende por una universidad de calidad.
Ha surgido en España una polémica auspiciada por el gobierno sobre la calidad de las universidades privadas, dando por sentado que hay universidades privadas de dudosa calidad. Yo creo que la polémica está mal planteada.
Pedir consejo es una muestra de inteligencia, no de debilidad. Pero elegir mal al consejero puede llevarnos al error. La prudencia exige contrastar nuestras ideas con personas competentes y que nos aprecien. Solo así encontramos razones para reafirmarnos o cambiar de opinión.
En el mensaje de esta semana hablo de que el siglo XXI nos ha sorprendido con crisis encadenadas: terrorismo, crisis económicas, pandemias, guerras y una Europa cansada. El futuro traerá sorpresas. Necesitamos un diagnóstico realista y capacidad de decisión para reorientar el rumbo de Europa.
En el mensaje de esta semana hablo de que las personas maduras no imponen sus certezas. Saben distinguir entre opiniones y verdades objetivas, y aun así expone con humildad. La rotundidad genera distancia; la apertura, confianza. La forma en que afirmamos nuestras ideas dice muestra cómo somos nosotros.
En el mensaje de esta semana muestro cómo la calidad de una decisión no se puede juzgar en función de si su resultado me afecta positiva o negativamente. La calidad de una decisión viene dada en función de si el proceso que se ha seguido es adecuado o defectuoso.
En el mensaje de esta semana hablo de las estrategias de adaptación oportunista. Son estrategias que sacrifican el largo plazo en beneficio de logros a corto plazo.