Hablaba la semana pasada de las empresas con propósito, con misión. Son empresas cuya razón de ser es satisfacer una necesidad real de sus clientes y cuanto mejor la satisfacían mejor estaban cumpliendo su propósito y su razón de ser. También comparaba esas empresas con aquellas otras cuya única finalidad era ganar dinero y cuanto más mejor.
Voy a abundar en el mensaje de esta semana cómo estas empresas centradas en obtener el máximo beneficio posible se quedan en la mediocridad. No alcanzan todo su potencial, y por supuesto no ganan todo el dinero que podrían ganar. No digo que quiebren ni que no se puedan mantener. Dogo que no alcanzan su potencial. Se quedan a medias, en la mediocridad.
Y porqué es esto, pues por diversas razones. La primera, una empresa para alcanzar todo su potencial tiene que innovar. Si no innova, si hace las cosas del mismo modo que las hacía hace cinco años sus competidores la dejarán obsoleta. Y una empresa centrada en ganar cuanto más dinero mejor, solo hará las innovaciones que reporten un beneficio a corto plazo. No arriesgará a invertir dinero en proyectos con riesgo y cuyo retorno se vera en un futuro no muy cercano. Perderá oportunidades de innovación. Será mediocre.
Pero la razón más importante del fracaso de estas empresas será la falta de compromiso que fomentará en sus empleados. Y ya se sabe una de las variables clave de la excelencia de una empresa es el compromiso de sus empleados. Otro día me extenderé más sobre esto. De momento solo un par de indicaciones. Si la empresa se centra en ganar dinero, los empleados se comprometerán en la medida en que sus bolsillos participen de esas ganancias. Si las ganancias son para un accionista desconocido que hoy compra acciones y mañana las vende, eso compromete poco al empleado. También si efectivamente el empleado se beneficia de esas ganancias, el compromiso es con las ganancias no con la empresa.
Por el contrario, si la empresa se centra en satisfacer necesidades reales de la gente, esto es más fácil que comprometa a los empleados. Todo el mundo quiere realizar un trabajo útil más allá del dinero que obtenga a través del trabajo. Y si uno ve que su trabajo es útil para los clientes de la empresa, entonces será más fácil que uno se comprometa con lo que hace. Pero ya digo sobre este asunto, el compromiso de los empleados me extenderé más en otro mensaje. Hasta el jueves que viene.
Hola Miguel Angel. Cuanto tiempo sin escribir en tu blog. Te sigo leyendo y te agradezco el esfuerzo semanal.
No podría estas mas de acuerdo con lo comentado estas 2 semanas sobre el propósito y la empresa.
Añadiría que, a mi entender, aquellas empresas que además de tener su propósito logran que los empleados tengan el suyo y ambos estén alineados son las que lograrán liderar sus sectores por el compromiso, retención y atracción de talento que generarán. No hay nada como trabajar en una empresa que te pueda permitir alcanzar tu propósito. Es convertir tu trabajo en vocacional.
Nosotros andamos ahora empezando ese camino y me parece algo muy difícil pero apasionante!
Abrazos y buen día!
Efectivamente Cayetano, y ese es precisamente uno de los retos más importantes de la dirección de una empresa, conseguir alinear el propósito de los empleados con el de la empresa.
Gracias por participar y bienvenido de nuevo,
Miguel Angel