Hablaba la semana pasada de que para dirigir bien una empresa había que tener muy claro su razón de ser, su misión o propósito. Qué necesidades de clientes y consumidores pretendía satisfacer con el producto o servicio que ofrece la empresa. Fijada la misión, ya podía definirse la estrategia y a partir de ella las demás decisiones a tomar en los distintos niveles. Tanto la estrategia como las demás decisiones han de estar alineadas con la misión.
La estrategia debe indicar qué es lo que va a hacer la empresa para satisfacer esas necesidades de clientes y cómo lo va a hacer. La estrategia debe fijarse para un periodo de entre 3 y 5 años y debe ir ajustándose conforme van cambiando las circunstancias. Para definir la estrategia es esencial saber qué es la estrategia y por eso lo repito hay que tener claro que estrategia es qué va a hacerla empresa y cómo lo va a hacer.
No es estrategia decir que va a conseguir una participación de mercado de tanto por ciento, o que va a convertirse en líder en el país en el sector en el que trabaja, o que va a conseguir una rentabilidad de tanto por ciento. Estos logros son la consecuencia de poner en práctica la estrategia que ha diseñado. Pero mientras no explicite la empresa qué es lo que va a hacer y cómo lo va a hacer, son solo manifestaciones de deseos, pero no pautas que guíen las acciones de la empresa.
Estrategia, como dice Michael Porter, de la Harvard Business School, es tanto saber lo que hay que hacer como saber lo que no hay que hacer. Tener claro qué necesidades y de qué clientes. Si pretende satisfacer a todo tipo de clientes acabará haciendo las cosas de modo mediocre y poco éxito tendrá. Y recordar por último que la estrategia debe estar alineada con la misión, es decir que poniendo en práctica la estrategia se debe avanzaren el cumplimiento de la misión. Se debe satisfacer las necesidades de los clientes que definen la misión. Abundaré sobre estos temas, y hasta el jueves que viene.
Miguel Angel Ariño es Catedrático de IESE Business School y conferenciante, experto internacional en toma de decisiones, estrategia y liderazgo. Con más de 35 años de experiencia global, ayuda a Consejos de Administración y a la alta dirección a transformar la complejidad en claridad estratégica, impulsando un crecimiento sostenible y ético.
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y si me permite decirlo, profesor, en mi opinión aunque tengas clara la misión y tengas una buena estrategia, si no tienes una ejecución implacable… lo único que tienes es un sueño o una alucinación, como decía Henry Ford. La empresa exitosa se apoya en el triángulo Misión/Estrategia/Ejecución.
Efectivamente, y para ejecutarla no es válida cualquier persona. De esto hablaré en próximos mensajes. Muchas gracias José Luis,
Saludos,
Miguel Angel