Economía circular y sostenibilidad

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Es de las cosas que más se habla ahora, de sostenibilidad en la actividad empresarial, y sostenibilidad en tres dimensiones, económica, social y medioambiental. Pues la verdad es que esto me parece un gran avance. Llevábamos décadas idolatrando el dinero. Era un dogma que la finalidad de la empresa era maximizar el valor de la acción. Maximizar los beneficios. Ahora hay una creciente sensibilidad de que la empresa tiene que ocuparse de algo más que de ganar dinero.

Evidentemente una empresa tiene que preocuparse en ganar dinero. Si no acabará desapareciendo. Pero también ha de preocuparse cómo afectan sus operaciones y su actividad al conjunto de la sociedad. Tiene un impacto social positivo o negativo. Aunque antes de contestar a esto habría que ponerse de acuerdo qué es tener impacto social positivo y negativo. Pero hay que anticipar que este impacto social no puede consistir en unas cuantas inversiones o ayudas a necesitados. Es algo que tiene que estar en el centro de sus actividades. Que su actividad como tal impacte para bien, sin que tenga que hacer otras cosas extras que justifiquen su preocupación social. Aunque si las hace sean bienvenidas, pero que no sean estas cosas las que justifiquen su preocupación social.

Finalmente, las actividades de la empresa tienen que ser respetuosa con el medioambiente, y aquí entra todo lo referente a la economía circular, entre otras cosas, de las que iré hablando en sucesivos posts. Hasta el jueves que viene.

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Miguel Angel Ariño es Catedrático de IESE Business School y conferenciante, experto internacional en toma de decisiones, estrategia y liderazgo. Con más de 35 años de experiencia global, ayuda a Consejos de Administración y a la alta dirección a transformar la complejidad en claridad estratégica, impulsando un crecimiento sostenible y ético.

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10 COMENTARIOS

  1. El tema de respeto al medio ambiente a menudo veo que es sólo «imagen y sonido». Es decir, puro márqueting para crear una imagen, porque de hecho el medio ambiente no le importa a nadie del equipo directivo ya que los aspectos medioambientales se comen buena parte de los «beneficios». Entre comillas, porque se considera que los costes ambientales se pueden soslayar.
    Es lo que han hecho en China los úitimos 20 años, hasta el punto que actualmente el nulo respeto al medio ambiente ahora les esta pasando una factura importantísima como sociedad, que les está frenando el propio desarrollo económico.
    No, los costes ambientales hay que asumirlos.

    • Tienes buena parte de razón Enric. Se habla mucho del cuidado del medio ambiente, pero a la hora de llevarlo a la práctica si cuesta dinero se mira para otro lado. De todas formas, la economía circular, bien practicada acaba siendo rentable. Pero hay que hacer unas inversiones iniciales que algunos no ven que pueda compensar.
      Gracias por tu comentario,
      Miguel Angel

  2. El bienhallado y famoso Triple Balance – Medioambiental, Social (mapa de partes interesadas, empezando por empleados y ciudadanía) y Económico (en último lugar, debería ser)

    ¿Qué referencias hay sobre esto? ¿Hay que empezar a escribir este libro desde cero?

    Bonito reto, hay que empezar a ponerlo en práctica y crear experiencias en ello – ¡¡¡y desde luego compartirlas!!!

    • Anónimo, no sé quien eres. Referencias hay a montones. Ahora todo el mundo está escribiendo sobre esto. Basta con que pongas el título de este post en google o en youtube y encontrarás muchas referencias. Lo que no es tan sencillo es ponerlo en práctica.
      Gracias por participar y saludos,
      Miguel Angel

  3. Recuerdo en 2012 una charla con el CEO de la empresa para la que trabajo. Me dijo que «para las personas es necesario respirar, sin hacerlo, morimos. Pero si solo respiramos, no vivimos. Para le empresa, él beneficio es lo mismo. Sin beneficio, mueres. Pero solo con beneficio no vives».
    En esa epoca, implantamos la cultura «to be a good company» con objetivos para la empresa, los clientes, los empleados y la sociedad.
    Era 2012 y sonaba muy bien. Hoy todos hablamos de temas parecidos.

    • Pero eso ya lo vivimos durante la «Dictadura». Quizá de una manera no tan perfecta como describes la «good company» pero muy interesante de todos modos, casos como SEAT, Bazán, ENASA, públicas o privadas como Barreiros o Campofrío eran ejemplo de la dimensión social que impregnaba el proyecto empresarial. El enemigo y verdugo de esa idea han sido y son los sindicatos, al menos en España, que consideran esa actitud empresarial como «paternalismo patronal». Los sindicatos y partidos de izquierda han acaparado y se ha erigido como monopolizadores de la inquietud social, y con una idea de lo social de corte marxista curiosamente aplicaron la idea única del beneficio pero aplicado exclusivamente a los trabajadores. El Estatuto de los Trabajadores acabó con todo eso, a mayor gloria de los líderes sindicales, sus cuadros y una legión de liberados.

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