Un amigo me dijo una vez “ya me gustaría estar tan seguro de algo como algunos lo están de todo”. Hay directivos que con gran seguridad ordenan qué hay que hacer y cómo hay que hacer. A veces corrigiendo modos de hacer o propuestas de otros. Tal es su seguridad y su autoritarismo que los de su equipo no osan proponer alternativas. Ha quedado muy claro el modo de proceder.
Es una lástima, pues estos directivos no aprovechan una importantísima fuente de ideas, las ideas de la gente de su equipo. Se creen más capaces que el conjunto de todo su equipo. Las organizaciones que están liderando innovan poco. Ellos son la única fuente de ideas. Y su gente al ver lo poco que valora sus iniciativas dejan de hacerlas y pasan a la frustración o al pasotismo.
Y mientras, estos directivos, muy seguros de si mismos, no tienen ninguna duda de que avanzan del mejor modo posible por el camino correcto. Pobrecitos. Es curioso, que cuando hablo de perfiles de directivos aparecen muchos comentarios en el blog o en LinkedIn corroborando lo que digo. Parece que son cosas muy habituales. Feliz entrada del verano los que estais en el hemisferio norte, y seguiremos viéndonos puntualmente cada jueves.
Seguridad no tiene que ver con autoritarismo. Todo lo contrario. Tiene que ver con confianza en el equipo. Y conozco líderes que precisamente son tan seguros de si mismo que confían en los demás y asumen las decisiones y errores.
Totalmente de acuerdo Mónica, cuando hay confianza en el equipo se puede actuar con seguridad. El problema es cuando la confianza está basada en las capacidades que uno cree. Entonces se puede caer en el autoritarismo. Muchas gracias Mónica.
Saludos,
Miguel Angel