En 1940 España era un país destruido por una guerra que duró tres años. Hoy, 83 años después tenemos un país que desde el punto de vista material está francamente bien. Tenemos autopistas, trenes de alta velocidad, aeropuertos, playas muy bien cuidadas, en fin, montones de comodidades. ¿Cómo se ha logrado todo esto? Pues con el trabajo de todos. Después de 80 años de trabajo, y gracias a que es un país medianamente bien organizado, no somos una república bananera, hemos conseguido estos niveles de bienestar.

¿A qué viene todo esto? Pues a que la descripción anterior se puede aplicar a una persona o a una empresa. Empezamos un curso nuevo. Podemos pensar ¿cómo estamos hoy y a ver cómo estamos dentro de un año? Disponemos de un año para construirnos, para mejorar. A nivel personal dentro de un año deberíamos ser mejores personas de lo que somos ahora. Si no habremos perdido el tiempo. Disponemos de un año para ser mejores profesionales, mejores padres o madres de familia, mejores compañeros de nuestros colegas, etc.

¿Cómo lo vamos a conseguir? Pues imaginación al poder, cada uno sabrá lo que tiene que hacer. Cuanta más variedad mejor, pero si no te lo propones acabarás el curso próximo no se sabe si mejor a peor. Es la diferencia entre intentar avanzar hacia un objetivo y el paseo aleatorio y sin rumbo del que anda sin orientación. Sugerencia: proponte qué quieres alcanzar en este curso. A donde quieres llegar y a ponerse en marcha.

Lo expuesto en este mensaje sirve tanto a nivel personal, como a nivel empresarial. Toda empresa debe plantearse su estrategia. Donde quieres estar dentro de un año y cómo va a intentar llegar a esa situación. Ánimo a todos, que el tiempo es quizá el activo más importante que todos tenemos. Y todos tenemos el mismo tiempo: 365 días el próximo año (perdón 366, que será bisiesto). Ánimo y hasta el jueves que viene.