Voy a hablar hoy de los fundamentos de cualquier empresa u organización. Lo primero que ha de tener claro cualquier empresa es su razón de ser. Para qué fue constituida. Cual es la necesidad de clientes o consumidores que pretende satisfacer con el producto o servicio que ofrece. Organizar la información existente en el mundo es la razón de ser de Google. Formar lideres con unas determinadas características es la razón de ser del IESE.
El ganar dinero y cuanto más mejor no es una razón de ser. En todo caso es una consecuencia de hacer muy bien lo que hace. Consecuencia de satisfacer muy bien las necesidades que pretende satisfacer de acuerdo con su misión o propósito.
La misión ha de ser a muy largo plazo y debe orientar todas las decisiones que se tomen en la empresa. Es algo que debe estar muy bien identificado y lo han de tener muy presente todos los miembros de la organización, si se quiere que orienten todas las decisiones que allí se tomen. De lo contrario será papel mojado
Una vez se tiene muy clara la misión viene la estrategia de la empresa: a donde se quiere llegar en el plazo de 3, 5 o incluso 10 años, y qué se va a hacer para llegar allí. La estrategia suele tener revisiones anuales o bianuales para modificarla en función de los cambios del entorno, y debe estar alineada con la misión, es decir, el avance en la estrategia debe suponer un avance en el logro de la misión. Si no la empresa es una empresa paranoica. Fijada la estrategia, ya vienen las decisiones del día a día con las que se avanza en el cumplimiento de la estrategia y en la misión.
Parece que el contenido del mensaje de esta semana es una obviedad. Pero no lo es. Muchos directivos se enfrascan en resolver asuntos del día a día y olvidan la razón de ser de lo que están dirigiendo. Tener clara la razón de ser de la empresa, su misión, es fundamental para ir avanzando en su cumplimiento. Tenerla clara, bien comunicada a todos los miembros de la organización e interiorizada, de modo que oriente todo lo que allí se hace. Hasta el jueves que viene.
Miguel Angel Ariño es Catedrático de IESE Business School y conferenciante, experto internacional en toma de decisiones, estrategia y liderazgo. Con más de 35 años de experiencia global, ayuda a Consejos de Administración y a la alta dirección a transformar la complejidad en claridad estratégica, impulsando un crecimiento sostenible y ético.
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Buenas, Miguel Ángel,
No sé si es obvio pero lo que te puedo asegurar es que no es común. Desde la consultoría ayudamos a las empresas a hacer esta definición estratégica y a aterrizarla con proyectos e iniciativas concretas que la acerquen a la meta definida. Me sigue sorprendiendo cuántas organizaciones (y algunas muy grandes) no cuentan con un plan estratégico definido y lo que es peor, no cuentan con un equipo directivo alineado, consciente y por tanto consecuente.
Te sigo!
Arianne Rovira
Gracias Arianne, a mi me sucede lo mismo. No deja de sorprenderme cómo empresas que se supone que por su envergadura deben hacer las cosas bien, cómo hacen las cosas. Apunto además que la estrategia debe estar alineada con la misión de la empresa. Lo primero es la misión, y después la estrategia. Y después las demás decisiones.
Gracias por participar y por seguirme.
Saludos,
Miguel Angel
El tema no es nuevo, creo que es el punto de partida que toda empresa debería hacer, sin embargo, el día a día te gana y dejas de lado tu labor principal. En muchos casos, la presión por resultados de corto plazo nos aleja del fundamento de la empresa.
excelente tema, práctico, directo y sobre todo fácil de aplicarlo.
Felicitaciones.
Anónimo, has dado en el clavo, es el día a día lo que nos puede, y nos paramos poco tiempo a pensar en nuestra misión.
Gracias por participar y saludos,
Miguel Angel