Leí hace pocos días en La Vanguardia que la Universidad de Hong Kong había fichado un premio nobel estadounidense de 81 años. Al parecer quieren convertirse en una universidad puntera. Vaticino un fracaso.
Esto me recuerda a una universidad norteamericana en Texas que quería convertirse en la Harvard o Stanford del sur del país, y empezó a fichar premios nobeles. Financiada por las grandes petroleras de Texas podía ofrecerles un sueldo tentador. Total, que bastantes premios nobeles se fueron allí y la susodicha universidad no pasó de la mediocridad. ¿Por qué? Pues los premios nobeles ya tenían el prestigio ganado. No necesitaban ya demostrar nada a nadie. Habían llegado al culmen de su carrera y se fueron a Texas a disfrutar. Además, cuando uno hace grandes descubrimientos, es difícil que los siga haciendo a lo largo de su vida.
Esto es como cuando el Cosmos, el equipo de futbol de Nueva York, empezó a fichar, o intentar fichar a las leyendas del futbol. Pelé, Cruyff, etc. Estos ya habían llegado al culmen de su actividad futbolística y poco más podían hacer. El Cosmos nunca destacó a nivel mundial.
No hay atajos. Si se quiere ser excelente en algo, ya sea un equipo de futbol, una universidad o una empresa, se ha de trabajar con intensidad. Se ha de construir el buen hacer. Comprar científicos o futbolistas no suele ser una buena estrategia. Una cosa es comprar los individuos y otra hacer un equipo. Se pueden comprar individuos para reforzar un equipo que ya está hecho. Pero hacer el equipo, de científicos o de futbol, con figuras ya consagradas ya se ha visto que no funciona.
Construye un equipo a base de trabajo, de ir formando a la gente, de seleccionar a gente con potencial. Una empresa formada por los cinco presidentes de mayor éxito de un país aventuro que sería una empresa condenada al fracaso. Un amigo me dijo una vez que dos abejas reinas no pueden estar en la misma colmena.
Construye tu empresa, contrata a quien tengas que contratar para complementar lo que has construido. Pero no pienses que vas a construirla a base de contratar figuritas. Hasta el jueves que viene.
Hay más ejemplos. PSG en París, Inter de Miami, los clubs de Japón y de los paises del Golfo Pérsico, todos han fichado grandes estrellas en la fase final de su carrera y no han destacado en nada. El fútbol y el mundo de la empresa no son tan diferentes.
Gracias Enric. No soy especialista en futbol. Me sonaba lo del Cosmos, pero ya se ve que es muy habitual.
Saludos,
Miguel Angel
Muy acertado en el post, profesor.
Muchas gracias Santiago.
Saludos,
Miguel Angel
Estoy muy de acuerdo con lo que planteas Miguel Angel, hay muchos ejemplos en diversos campos; en la empresa en la que trabajo desde muy joven se ha apostado siempre por hacer equipo con jovenes talentos que han demostrado ser excelentes estudiantes y rebosan de un empeño por aportar y prestar un servicio a la sociedad; alguna vez conviene fichar algún mirlo blanco pero para un objetivo concreto.