Hay personas que tienen una nula tolerancia a las contrariedades. Son personas normales, pero a la que sucede algo que no les gusta enfurecen. Es una lástima pues, por un lado, estas personas producen rechazo en los demás ya que con frecuencia están de mal humor y con tal humor se comportan con sus interlocutores, los cuáles no tienen la culpa de lo que está pasando.

Por otro lado, estas personas están en permanente frustración, pues raramente los astros se confabulan para que todo se alinee y funcione según sus intereses. Raramente todo funciona según sus gustos. A la que hay algo que no les agrada montan el lío.

Contrariedades vamos a tener todos, todos los días. Más vale que contemos con ellas y que aprendamos a capearlas. Las dificultades si las abordamos adecuadamente nos hacen más fuertes. Además, generaremos buen ambiente a nuestro alrededor. Si por enfadarse uno se resolviera alguna de esas dificultades, mi consejo sería que te enfadaras. Pero como eso no resuelve nada, mejor abordar las contrariedades con optimismo realista. Los que están a nuestro alrededor lo agradecerán. Hasta el jueves que viene.