Muchas veces creemos que lo que nosotros pensamos lo piensan todos los demás. Y si esto viene alentado por los medios de comunicación, pues entonces la cosa alcanza dimensiones mayúsculas.
Como a mi no me gustan las películas de marcianos y alienígenas, pienso que son una estupidez y extrapolo pensando que a todo el mundo le parece una estupidez. Un amigo mío no se podía creer que hubiera quien prefiriera subir una montaña en lugar de pasar un día en la playa. No nos cabe en la cabeza más que nuestra estrecha visión de las cosas.
Todo el mundo se extrañó de que Trump ganara las elecciones norteamericanas. “Esto no cabe en la cabeza” pensaron muchos, y también pensaron que todo el mundo lo veía así, no dándose cuenta que primaria tras primaria iba ganando y desbancando a sus adversarios republicanos, y que por tanto algo podría pasar el final. Era impensable que el Reino Unido se saliera de Europa (el famoso Brexit), pues resulta que sí, que se salieron.
Si queremos tomar buenas decisiones hemos de tener mentalidad abierta y pensar que cosas que a nosotros nos pueden parecer extravagantes, nos lo parecen a nosotros, lo que no significa ni que lo sean, ni que a los demás les parezcan extravagantes. Amplitud de mente. Salir de nuestro corral. Cuanto más en las antípodas de nosotros esté el pensamiento de alguien, más podremos aprender de este alguien. Salir de la burbuja. Hay mucho mundo apasionante fuera. Las cosas pueden ser muy distintas a como piensas que son. Atrévete a cuestionarte. Escapa de la manada. Sé original. Hasta el jueves que viene.
Magnifico post Miguel Angel! Sin duda 100% de acuerdo. Me recuerda algo que sigue produciéndome una enorme contrariedad, y que tan bien refleja George Lakoff en su ensayo “No pienses en un elefante” cuando dice que “los ciudadanos votan “según su identidad, sobre la base de quiénes son, de qué valores tienen y a quién y a qué admiran”. Es decir, que los estereotipos ya sean culturales o morales enmarcan el voto. Provocan que el electorado sienta afinidad o rechazo por un candidato según sus prejuicios. Por tanto y en relación con Trump y/o la toma de buenas o malas decisiones, el ciudadanos prima su ideología sobre lo que es conveniente y bueno para ellos y su familiares o entorno inmediato. Asi vemos como un gobiernos puede llevar a la ruina a un país (ejemplo España), dejando la ruina en millones de hogares y todavía muchos de estos siguen y seguiran votándoles, aunque haya sido el gobierno que les haya dejado en paro a ellos, los hijos, amigos y esten pasando penurias.
Asi, la toma de buenas decisiones es todo un reto cuando la ideología entra en juego y además es manipulada por un metalenguaje tan concreto…
un abrazo
Luis Serrano
Asì es Luis!!!
Muy buena la reflexión de Miguel Angel!
Totalmente de acuerdo con el comentario de Luis.
Gracias Luis, efectivamente, muchas veces no se atiende a razones sino a prejuicios ideológicos, y se mantienen posturas para apoyar esas ideologías, sin importar cuán poco sensatas sean esas posturas.
Muchas gracias,
Miguel Angel
Brillante post.Evitar los sesgos conductuales exige aplicar mucha racionalidad y una vision amplia.
Muchas gracias Anónimo por tu intervención, pero ¿Quien eres?
Saludos,
Miguel Angel
Miguel Angel, es muy normal que pensemos que los demás piensan como nosotros, aunque no sea así evidentemente, pero lo vemos tan real,tanta verdad que no nos planteamos que los demás piensen distinto a nosotros.
Por mi parte he aprendido que todos somos distintos y vemos las cosas a nuestra manera y cada uno a la suya es así, por esto cada día me sorprendo menos de las cosas que pasan.
síntoma de madurez Josep. Me alegra volvera verte por el blog. Siguiendo tu argumento, hemos de estar abiertos a la posibilidad de que pasen cossa muy distintas a las que nos parecen razonables.
Saludos,
Miguel Angel
Gracias Miguel Angel. Lo sigo todas las semanas.
Hola a todos.
Totalmente de acuerdo con tu post Miguel Angel… para tomar buenas decisiones hay que conocer lo que piensan los demás… y para conocer lo que piensan los demás hay que hablar con ellos; Hay que CONVERSAR… pero alerta !!, conversar no es fácil !!. Conversar exige una predisposición del alma que no todos estan dispuestos a tener. Hay que desnudarse de paradigmas, de prejuicios, de ideas preconcebidas y una vez desnudos de todo eso escuchar al otro para entender lo que realmente piensa el prójimo.
Hoy, Pilar Rahola nos recuerda en su magnífica columna de los viernes en la Vanguardia una deliciosa frase de Sócrates: ” Habla, para que yo te conozca”, puesto que ese es el auténtico sentido de la conversación, pero cuanto ruido hacemos y que poco hablamos hoy en día.
Una conocida entidad financiera catalana cambió en el año 2011 su “baseline”. Hasta entonces habia sído: “HABLAMOS?”, y lo cambió por un desafortunado “TU ERES LA ESTRELLA”…. Mala señal cuando una empresa deja de hablar con sus clientes para únicamente hacerles la pelota!!… pero parece que es el signo de los tiempos.
“Habla, para que yo te conozca”… y yo añadiría “escribelo, para que te conozcamos todos y te recordemos”. Hay que escribir más, también es este blog.
Saludos a todos y gracias por el blog
Javier del Agua
Javier, totalmente de acuerdo, Conversando nos conocemos.
Muchas gracias y un saludo,
MIguel Angel
Que buen post. Evidentemente para tomar buenas decisiones necesitamos escuchar a los demas, saber que necesitan, que les interesa, que nos sugieren. Cada persona es única y diferente; por tanto debemos ejercitarnos en oir y escuchar, en tomarnos el tempo de conocer a nuestros colaboradores y no pretender que todos pensemos igual. Bienvenidas las diferencias muchas veces estas nos aportan y nos hacen ver aristas que jamas habiamos concebido. El gobierno de personas requiere pensamientos divergentes no solo convergentes.
Muchas gracias Luis, totalmente de acuerdo con lo que dices,
Miguel Angel