Hay empresas en las que la gente va a trabajar ilusionada. Aprenden, pueden aplicar lo que aprenden en su trabajo, pueden sugerir mejoras, ponerlas en práctica, experimentar…
En cambio hay otras empresas en las que los directivos tienen la extraña habilidad de desilusionar a la gente. Matan la iniciativa, dicen en cada momento lo que tienen que hacer. La gente en ese tipo de empresas sienten que son meros ejecutores de las órdenes de otros. Los jefes saben muy bien lo que tienen que hacer y cualquier iniciativa no tiene ningún futuro.
De lo que no se dan cuenta estos jefes es que los que están a pie del cañón en una empresa, los empleados, tienen mucha información muy útil sobre cómo mejorar las cosas, como servir mejor a los clientes, etc. pero no, la dirección piensa que lo sabe todo y que no precisan de ninguna idea de su gente. Ellos ya saben lo que hay que hacer. El resultado de esta actitud es la frustración de la gente y la pasividad, y los que tienen oportunidades dejan la compañía a lugares más favorecedores.
Jefe, un consejo: escucha más a tu gente, aunque a priori te pueda parecer que lo que proponen no va a funcionar, déjalo poner en práctica, si no funciona ya se cambiará, pero al menos tu gente se sentirá escuchada y trabajará con ilusión. Por supuesto que si lo que proponen puede tener consecuencias desabelladas, entonce no hacer experimentos, pero si es facilmente rectificable, permítelo.
Hasta la semana que viene. Por cierto, los días 6 y 7 de julio hacemos un programa en el IESE sobre Big Data. Lo titulamos “From Big data to Big Profits”, Invitamos a un profesor de Kellog que nos dará muchas de las sesiones.
Una deliciosa manera reflexiva de empezar el dia. Cabe preguntarse cuanto es debido a la llamada “cultura de empresa” y cuanto a los colaboradores, ¿se nace o se aprende a ser jefe? El principio de Peters no es una teoria, es una realidad, y es necesario acompañamiento en el crecimiento. El estilo nace muy arriba, a veces, demasiado….
Pues yo no sé Joaquim si se nace o se aprende a ser jefe, pro quizá un poco de ambas cosas.
Saludos,
MIguel Angel