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Varios lectores del blog me han sugerido que desarrollara más el tema del que hablé la semana pasada: el acoso laboral o mobbing. Ya dije entonces que era un problema más frecuente de lo que la gente cree, pero que suele pasar inadvertido. Efectivamente, en vuestros comentarios varios habéis hablado de personas cercanas que lo han sufrido o lo están sufriendo.

Continúo con el tema intentando lanzar un mensaje de ánimo a los que están padeciendo este acoso. Lo hago citando a Iñaki Piñuel, experto en el tema y a dos profesoras de la Universidad de Santiago, María Angeles López Cabarcos y Paula Vázquez. Estos autores afirman que las personas que sufren acoso suelen ser “buena gente”: simpáticas, alegres, abiertas, optimistas. Mientras que el perfil del acosador suele ser el de alguien con anomalías intelectuales, emocionales e incluso físicas, e intentan compensar esta inferioridad desarrollando un complejo de superioridad. De lo contrario no se aguatarían a sí mismos.

El acoso se hace más agudo cuando las cualidades de la víctima coinciden con las carencias del acosador. El contraste entre ambas personalidades se hace insoportable para el acosador, que se defiende humillando a su víctima e intentando anularla.

Poco a poco la víctima acaba dudando de sus capacidades, empieza a dudar se sí misma y entra en una espiral de inseguridad y desesperación. No se explica lo que está pasando. Muchas veces su entorno tampoco le comprende. Para salir de este círculo lo primero que hay que hacer es identificar el problema. Ser consciente que se está sufriendo acoso. Que no se trata de ninguna carencia sino que está siendo eso: víctima. Ser consciente que si se sufre acoso es porque se es un gran profesional con grandes capacidades y posiblemente también humilde, lo que hace crecerse al acosador.

Es muy importante el apoyo de los colegas de trabajo y amigos, que muchas veces no entienden el problema y piensan que la persona se está volviendo un poco rara. Y fundamental el apoyo de la familia. Ánimo y a salir del bache.

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Miguel Angel Ariño es Catedrático de IESE Business School y conferenciante, experto internacional en toma de decisiones, estrategia y liderazgo. Con más de 35 años de experiencia global, ayuda a Consejos de Administración y a la alta dirección a transformar la complejidad en claridad estratégica, impulsando un crecimiento sostenible y ético.

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9 COMENTARIOS

  1. Completamente de acuerdo en el diagnóstico realizado Miguel Angel, sin embargo el gran problema al que se enfrentan o nos hemos enfrentado todos los que hemos sufrido en mayor o menor medida el acoso laboral en alguna ocasión (me temo que es mucho más común de lo que creemos) es cómo gestionar esa situación, qué decisiones tomar al respecto cuando se produce, bien en entornos tóxicos que propician, encubren y miran hacia otro lado estas actitudes por miedo, cobardía, hipocresía o pusilanimidad, bien donde incluso los dptos. de RRHH sirven de escudo a estas situaciones, pues aunque recogen los casos, si se denuncian, quedan en agua de borrajas, dejando indefenso al acosado, hacia quien el acosado redoblará su acoso. Lastimosamente, el acosador tiene la habilidad de hacer el mal sin escrúpulos, sin pudor. Su personalidad no está hecha para hacer y desear el bien, su naturaleza solo concibe el mal como modus viivendi y modus operandi. Ante estas mentes retorcidas, qué mpodemos hacer?? dejar el trabajo? denunciarlo? que decisiones tomar??

    un abrazo y gracias por tus comentarios.
    Luis Serrano

    • Luis, el problema es complejo, y cada caso es cada caso. No hay soluciones globales. Lo importante es no dejarse amilanar y mucho apoyo por parte de la familia, que muchas veces no entiende lo que está pasando.
      No sé decirte m´s.
      Gracias y saludos,
      Miguel Angel

  2. Por desgracia, hay persona así. Yo lo sufrí, pero no me doblegué, y no les salió gratis. Lo que no me cuadra, por mas vueltas que le doy es…. Si uno de los que tienes por debajo sabe mucho de algo, mas que tú incluso, pues potencialo, todos ganaremos, El buen directivo es el que saca lo mejor de cada uno y sabe gestionarlo. Un equipo es como una caja de engranajes. Yo soy un simple mando intermedio. NO tengo ni MBA ni nada, pero es de sentido común, que si tu gente está contenta, trabajarán mejor. Tratando bien a la gente y valorandola, consigues muchisimo mas que, con perdón, puteándolas, que solo conseguirás que los mejores se vayan, queden los mediocres con lo que ello conlleva y perder clientes.

    • Raul, «Si uno de los que tienes por debajo vale más que tú…» lo lógico sería potenciarlo. Pero qué difícil es eso y qué poca gente lo hace. Normalmente lo que se hace es cortarle las alas para que no te haga sombra. Es muy triste, pero muy frecuente.
      Ánimo, gracias por particpar y Saludos,
      Miguel Angel

  3. Esto que excelente articulo, lo padezco muy de cerca la intencion de un colega que cuando acudio a mi pidiendo que lo ayude con todos los medios que tengo a mi alcance, hace mas de cuatro años lo empadrone en mi apartamento para asi el beneficiarse de la subvencion RGI mas la PCV, eso a mi no me influye al deber de mis derechos y libertades, bien hace mas de dos años y medio me operaron de una peritonitis complicada, la actitud cambiante del amigo que te abraza y tal , me hace pensar que no puedo ocultar mi punto debil y mi predisposicion abierta a decir si, lo sabe y le hace gracia mi desdicha enfermedad, no sabe hablar sentado en la mesa de la cocina, sus impulsos bruscos al gestipular y el tono de voz me hace vulnerable, lo eche del apartamento al cabo de aguantarlo 5 meses, el o yo , bien hice en ponerme a su altura y ver ese paripe de llanto de lagrimas de cocodrilo, es muy egoista e inseguro , a parte que no tiene intencion de salir de ese espacio de comfor , ya lo tengo scaneado y se lo teme y ve venir que si no cambia de actitud hacia mi persona , me desparasito en una de esas acciones del factor sorpresa que se caga. que tiene 54 veranos y una hija adulta mas su madre biologica y hermano menor, que sus diferencias familiares no es mi problema, ya decia mi difunta madre <>, pues espero no tener que cojer el hacha a modo de un ataque sorpresa porque se lia la de dios, no reconocer sus errores y el orgullo mas ganas de venganza , se a declarado la guerra contra si mismo, amen , muchisimas gracias por compartir acontecimientos y a armarse de sabiduria

  4. Gracias por el post de nuevo, Miguel Ángel.

    Para los que han comentado, en mi caso, me vi forzado a coger la baja y tras varios meses de recuperación, finalmente a renunciar. Ya no llegué a reincorporarme después de la baja.

    No obstante, como muy bien dice Miguel Ángel, no todos los casos son iguales, y por tanto tampoco hay una solución idéntica para todos.

    Lo que si tengo claro es, que de una forma u otra, cuando te encuentras con un acosador, debes tomar medidas o decisiones para alejarte de ellos, pues de lo contrario, el final puede ser muy doloroso e incluso traumático.

    Un saludo, y gracias de nuevo Miguel Angel, por escribir y compartir este tema tan interesante, y mucho más común de lo que pensamos!

    • Siento anónimo lo que cuentas que te pasó. Al parecer es mucho más frecuente de lo que la gente se imagina, porque muchas veces el acoso laboral no sale a la luz.
      Gracias por participar y saludos,
      Miguel Angel

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