El otro día durante una caminata en la montaña aprovechando las vacaciones, comiendo un bocadillo y disfrutando de un refresco, recostado en una suficientemente cómoda piedra, y a la sombra de un árbol, contemplando la naturaleza, experimenté una agradabilísima sensación de paz y felicidad. Empecé a reflexionar sobre lo poco que hace falta para ser feliz.
A lo largo de mi ya no corta vida me he topado con muchos tipos de personas de muy distintos niveles profesionales y económicos. De todos he procurado aprender. He visto personas y familias con muy pocos medios económicos, que eran muy felices. También me he topado con personas a las que les sale el dinero por las orejas y están amargados y en un estado de permanente enfado. También he visto pobres atormentados y ricos felices.
Lo que quiero decir es que para ser feliz hace falta muy poco, y lo que hace falta está al alcance de todo el mundo. No hay que ser rico. Basta con ser suficientemente inteligente para saber aprovechar los detalles del día a día. Disfrutar de una conversación con buenos amigos, de un paisaje, de la lectura de un libro, de estar en casa con los tuyos sin ningún objetivo más allá que el de estar.
Si una persona para sentirse bien necesita unas vacaciones sofisticadas, emociones intensas, demostrar lo que se es capaz de hacer, estar hiperconectado, estar a la última moda, etc., entonces esta persona es muy dependiente. Le falta personalidad. Una vida así es agotadora. No es extraño el permanente enfado en que uno se encuentra. Si sabes disfrutar de las continuas pequeñas ocasiones que ofrece la vida, entonces puedes estar viviendo una vida muy intensa. Así de barato y así de sencillo. Bueno, esta es mi opinión y lo que he visto en mucha gente. Feliz final de vacaciones y hasta el principio de curso la semana que viene.
profe, hoy ha clavado mi estilo de vida.
yo añadiría un detalle, disfrutar trabajando (o al menos, no verlo como una carga sino como una suerte tenerlo, y una parte importante y necesaria de la vida)
Sí Xavi, pues pasamos una buena parte de nuestro día y de nuestra vida trabajando.
Saludos,
Miguel Angel
hola, ayer escuchaba en radio la “cancion” de cada pre-retorno vacacional (que si mucho estres, que si consejos de relajacion, consejos de autoayuda, ….).
lo tratan como si vover al trabajo fuera una anomalia, o un castigo o una enfermedad (exagero un poco).
a mi nunca me ha parecido “como una enfermedad” volver al trabajo, como mucho cierta pereza en algun momento o cierta pena por acabar unas buenas vacaciones, pero eso dura 2 minutos cuando te sientas en tu mesa.
este tipo de programas en los medios nos tratan casi como niños que no quieren volver al cole
Efectivamente, es como esos profesores que se alegran de cuantas menos clases mejor.
Gracias,
Miguel Angel
Totalmente de acuerdo, profesor. Y también con el comentario de xavilleida. Creo que ser feliz es la aspiración más inteligente de todo ser humano.
Eduardo, creo que es una aspiración de todo el mundo, y los inteligentes lo persiguen con más ahínco.
Saludos,
Miguel Angel
Buenos días, profesor:
Al hilo del artículo, ¿Que la parece la frase que describo a continuación?
La gente toma diferentes caminos buscando la realización y la felicidad. Solo porque no están en tu camino no significa que se han perdido (Dalai Lama).
Saludos.
Estoy de acuerdo, pero también es cierto que hay caminos que no llevan a la felicidad. Pero tu camino no tiene porque ser el de los demás.
Saludos Luis,
Miguel Angel
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