Amabilidad

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Ser amable es gratis y además es muy confortador. Cuando tratamos un asunto con una persona tenemos varias opciones. Podemos ser ariscos, desconfiados, amables, agradecidos… Puestos a ser, mejor optemos por la afabilidad y por ser cercanos. No cuesta nada.

Esta actitud tiene unas consecuencias indirectas, que son que los demás están a gusto con uno, que a uno le empiezan a pedir consejo, que se empieza a compartir cosas. En definitiva, que se desarrolla la amistad. Amabilidad y amistad tienen la misma raíz. Y la amistad es uno de los grandes valores que uno puede tener.

La amistad es una relación entre dos personas, por la cual hay confianza mutua, se comparten cosas, se estrecha una relación. Se es alguien. Hay un enriquecimiento mutuo. La alternativa es ir cada uno a lo suyo, sin importarle los demás más que en la medida que nos puedan aportar algo. Esa actitud, antes o después, acaba descubriéndose y produce rechazo en los demás. Uno se queda solo, acompañado de su egoísmo.

Reflexión: se amable, piensa en los demás, haz favores desinteresados. Sé útil a los demás. Todo esto desinteresadamente. No buscando una contrapartida. La sensación de satisfacción debe ser infinita. Otro consejo, compatible con todo lo dicho: huye de los tontos. Hasta el jueves que viene.

8 COMENTARIOS

  1. Estimado Miguel Angel, como siempre, muchísimas gracias por compartir tus pensamientos. No puedo estar más de acuerdo con el blog de esta semana. Hoy en día, con las prisas, el estrés, la falta de tiempo o la intención de hacer más cosas de las que podemos encajar en la agenda, hay una tendencia a pensar sólo en los objetivos, nuestros objetivos, y nos olvidamos de los demás, y de ser amables. No cuesta nada y los retornos son infinitos. Gracias, Esperanza

    • Muchas gracias Esperanza por participar en el blog. Y me alegro de que, por lo que dices, lo leas con frecuencia y os sea útil.
      Me acuerdo cuando estabas en clase en el EMBA en Madrid.
      Saludos,
      Miguel Angel

  2. Por favor:

    ¿Podrías dar luz, desde una perspectiva cristiana, a tu consejo “huye de los tontos”?

    Muchas gracias.

    • Muchas gracias Alberto por participar en el debate. Einstein decía “Nunca discutas con un tonto. Tendrás que ponerte a su altura y allí te ganará por experiencia” Es un consejo válido con independencia de la religión que uno profese.
      Saludos, y de nuevo gracias por participar,
      Miguel Angel

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