La mitad de las decisiones que se toman son equivocadas

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Paul Nutt, profesor de dirección de empresas en la Ohio State University, es un experto en el estudio de la toma de decisiones, que hace años llevó dirigió un estudio para intentar determinar las principales razones por las que fallan las decisiones. Aunque el estudio lo llevó a cabo para las decisiones en el ámbito empresarial, las conclusiones a las que llegó me parece que son extrapolables a todo tipo de decisiones. O por lo menos nos pueden ayudar a reflexionar.

El trabajo de Nutt, que duró casi 5 años, consistió en estudiar más de 350 decisiones importantes tomadas en empresas de Estados Unidos y Canadá, y rastrear durante dos años cada una de ellas para ver si se había conseguido el logro que se proponían. Su más mediática conclusión es que la mitad de las decisiones que se toman fallan. No consiguen el objetivo que se proponen.

Tres son las principales causas, según Nutt, por las que fallan las decisiones que se toman. La primera es cuando los directivos imponen soluciones a los problemas que surgen o a los retos que se plantean. Ante una situación, y esto puede suceder tanto en la empresa como fuera de ella, el jefe, el responsable de la situación, decide lo que hay que hacer, muchas veces sin contar con la opinión de personas que están más cerca del problema y que pueden aportar información útil para resolver el problema que se tiene entre manos.

La segunda causa por la que fallan las decisiones es porque se limita mucho el número de alternativas que se consideran. En cuanto se nos ocurre una idea que puede resolver nuestro problema, la llevamos a la práctica sin explorar posibles mejores alternativas

La tercera causa es porque a la hora de poner en práctica  la solución que hemos decidido imponemos el modo de hacerlo. Una vez más no buscamos el concurso de las personas que tienen que aplicar la solución. Somos muy listos nosotros y ya imponemos como hay que hacer todo.

Mira a ver si estas tres ideas te sirven para reflexionar y tomar mejores decisiones. Feliz semana santa y hasta el jueves que viene.

19 COMENTARIOS

  1. Sin duda son de gran utilidad estas conclusiones, en lo personal y profesional. Es curioso que el vínculo común de todas ellas tiene que ver con las personas, da que pensar

    Gracias por el post y muy feliz Semana Santa

  2. Es evidente que comentar que el 50% de las decisiones que se tomen son equivocadas, da a entender que el 50% restante si es correcta la determinación. A priori dudo de la afirmación, es demasiado «sencilla» su argumentación, si bien coincido en las sugerencias del profesor P. Nutt en el sentido de sus tres recomendaciones, que resumo a continuación: 100 ideas mejor que una (hay un libro sobre esto) ) o el marco de referencia que nos movemos o la dirección autoritaria con todos sus defectos y virtudes.

    Un servidor sin menospreciar lo expuesto anteriormente también aplica por las cuatro reglas del Método Cartesiano de Rene Descartes, una forma particular de entender y contribuir a estos sanos comentarios.

    Gracias por la atención, buen Fin de Semana (Y Santa) a todos/as. Ramón.

  3. Hola,

    Hacía tiempo que no me miraba el blog. Me ha parecido muy interesante el artículo y estoy de acuerdo con él. Pero echo de menos las malas decisiones que se toman por exceso de reuniones, falta de resolución, miedo…

    Un saludo,

    Perico

    • Por supuesto Perico, esas también son defectos en la toma de decisiones. Lo que yo transmito son los resultados de paul Nutt, y además de las 3 razones que expongo en el mensaje hay otras muchas cauusas.
      gracias por participar,
      Miguel Angel

  4. Como me gusta el tema que has abordado hoy. Hace tiempo que reflexiono sobre el tema y el concepto que lo soporta. ¿Qué significa realmente que “fallan las soluciones”?

    En mi actividad profesional (reorientar empresas hacia la rentabilidad o su salvación) la necesidad de una solución es muy clara pero dependiendo de los criterios que se apliquen, la orientación de las posibles soluciones pueden diferir mucho entre sí. En este, mi entorno ¿qué significa que la solución haya fallado y cuándo se hace esa valoración?

    Se busca una solución dado que existe un problema, sea este presente, pasado o futuro. La distinción de la componente tiempo del problema ya genera unas actitudes, si más no, ante la urgencia de la respuesta o la implementación de una solución. Un problema pasado que se mantiene controlado no tendrá la misma atención (recursos) que uno futuro que pueda generar males mayores, incluso irreparables, aún a pesar de no ser cierta su ocurrencia.

    También hemos de considerar la componente temporal de la propia solución. Hay problemas que se pueden abordar desde una única solución “pluscuamperfecta” o desde la posibilidad de una solución compuesta por varias acciones, no necesariamente en serie, que se irán adaptando a la vista de los resultados o efectos de la acción anterior o de los resultados de las acciones que se realizan en paralelo.

    Tampoco se debiera abordar un problema que ya se ha solucionado varias veces en el pasado, y siempre de la misma manera, y que recurrentemente vuelve a resurgir.
    Las soluciones han de estar muy “en línea” con la tipología de los problemas que pretenden solucionar y teniendo muy en cuenta el entorno en el que ocurren. Un apósito impregnado con desinfectante no parece ser la mejor solución para una picadura dolorosa de un mosquito, en un entorno geográfico con riesgo de malaria. Si el problema está en un cuerpo complejo o multicomplejo, seguramente, la solución también lo deberá ser. La solución a un cliente descontento por un (uno sólo) producto o servicio no tendrá la misma complejidad que solucionar una reducción de ventas ante un cambio tecnológico en el sector (i.e. Kodak ante la fotografía digital).

    Finalmente, y muy importante, es considerar la implicación que tienen las personas en los problemas. Las personas tenemos integradas la característica de multicomlejidad “de fábrica”. Cuando hay personas involucradas, las soluciones raramente pueden ser simples. Los egos, los sentimientos y tantos otros y otras características aconsejan abordar y prever una solución de manera “no simple”. Un problema interpersonal (o de convivencia) no tendrá la misma solución en un entorno laboral orientado a resultados (no necesariamente económicos) que en un entorno familiar.

    Hoy, estoy pensando en la solución del problema (todavía por identificar) del accidente del avión de GermanWins. Muy compleja y con secuelas, en cualquier caso. Mi condolencia y mis oraciones para las víctimas, todos sus familiares y sus allegados y conocidos. También hay problemas que no tienen solución.

    • No es sencillo el primer tema que abordas. Lo de quésignifica que fallan las soluciones. A ese respecto hay algunos posts del blog en los que hablo de ello. Quizá algún día vuelva a tocar ese tema.
      Por otro lado muchas gracias por tus restantes reflexiones.
      saludos y gracias por participar.
      parece que se van aclarando ya las causas del «accidente» aereo.
      Miguel Angel

  5. Buenos días,
    Analizar a posteriori el efecto de las decisiones tomadas años anteriores es muy cómodo.,
    Si no recuerdo mal, a finales de los 70/ principios 80 se estudiaba en economía a Dorbuns – Fischer, un libro francamente bueno y que recogía el análisis de una década de las medidas tomadas en USA durante 10 años. Y había para todos los gustos: aciertos, errores pequeños y errores garrafales.
    A toro pasado es muy fácil decir que una decisión está mal tomada.
    Sin embargo comparto plenamente lo que pones en el post: muchos directivos no escuchan, se creen los poseedores de la verdad, imponen su forma de opinar y luego pasa lo que pasa.
    Es por ello que pienso que dentro de ese porcentaje de decisiones tomadas que no salen bien, no se puede deducir que necesariamente se deba a los factores descritos; puedes encontrarte con circunstancias totalmente imprevisibles que hagan que un proyecto no salga adelante. Y cuanto más difícil y tensa es la situación mayor probabilidad de que en algún punto puedes provocar un problema intentando solucionar otro; y ahí hay que tener en cuenta el mal menor.
    Gracias por el post Miguel Angel, nos haces y ayudas a pensar, razonar y exponer (de forma acertada o no) nuestras ideas.
    Buena Semana Santa

    • Totalmente de acuerdo José maría que no es lo mismo decidir bien que acertar. Al respecto hace tiempo publoqué un mensaje que te indico aquí: https://miguelarino.com/2011/10/13/decidir-y-acertar-i/
      Pero efectivamente de las decisiones que han salido mal se puede aprender, y esas fueron las conclusiones que extrajo Paul Nutt
      Como bien dices, esos tres factores no son los únicos por l oque fallan las decisioens. Sol odice Nutt que son los más importantes o frecuentes.
      gracias por participar en el blog.
      Saludos,
      Miguel Angel

  6. Muchas gracias por este debate. Como Jose M. Canals, es facil evaluar soluciones ‘a posteriori’. En mi humilde opinion, el reto fundamental con el que todos nos encontramos cuando hay que tomar decisiones es que muchas veces fallamos en entender el problema de forma completa. El ‘Toyota Way’ de preguntar ‘why, why, why?’ hasta que lleguemos al fondo del problema propriamente dicho. Muchas veces lo que tratamos de abordar son los sintomas y no la raiz del problema. Por supuesto, los razones espuestas por Miguel Angel no hacen mas que desviarnos todavia mas del curso de accion correcto. Muchas gracias de nuevo a Miguel Angel y a todos por compartir estas ideas. Muy buen fin de semana.

    • Gracias Javier, totalmente de acuerdo que las decisiones hay que evaluarlas a priori, pero a posteriori se pueden exxtraer enseñanzas. Mira el enlace que le pongo a José María Canals al respecto.
      También muchas gracias por participar,
      Miguel Angel

  7. Me parece muy acertado el post, creo que en muchas empresas falta contacto con el día a día, con el fuego de trinchera, se toman decisiones pensando que son las más acertadas y realmente no hacen partícipes a los colaboradores que participan diariamente en las causas de los problemas a resolver, lo mismo podríamos añadir a la hora de poner en práctica dichos problemas. Evidentemente el saber escuchar, empatizar y ponerse en la piel
    de los que viven más el problema a resolver, es difícil, pero creo ayudaría al acierto en la toma de una serie de decisiones.
    También creo que es acertado, la opción de valorar al máximo las posibles soluciones al problema, ello nos daría una mayor amplitud y visión de las soluciones posibles y seguramente un mayor contacto con la realidad.
    Creo que una cultura más participativa sin caer en el exceso y el aburrimiento de reuniones sin sentido sería más beneficioso y provechoso para todos, pero ya sabemos que el día a día es tan potente que a veces no nos deja trabajar con serenidad.
    Saludos.
    Arcadi

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