En un comentario a mi entrada de la semana pasada, Fernando Núñez me sugería que hiciera alguna reflexión sobre las decisiones que tomamos y su relación con la escala de valores que cada uno tiene. El tema es de sumo interés y muy profundo. Los valores son los principios de actuación por los que cada uno se rige. Cada uno decide según su escala de valores. Pero tenemos que cerciorarnos que tenemos una escala de valores correcta. Los valores son las cosas que valen y nuestra escala de valores son las cosas que nosotros valoramos, y si lo que nosotros valoramos no son cosas que valen, nuestra escala de valores estará equivocada y por tanto nuestras decisiones y actuaciones serán incorrectas. Es por tanto importante que nos preocupemos de valorar las cosas que realmente valen.
Los valores son objetivos y mis valores son subjetivos. Sí, sí, has leído bien por muy contracultural que suene: existen valores objetivos. La honradez, el respeto a los compromisos adquiridos, la justicia, etc. son valores. Si en nuestras decisiones no tenemos en cuenta que hay que ser honrados, respetar los compromisos adquiridos, etc. nuestras actuaciones serán incorrectas. Nos saldrán las cosas mal. Es por tanto muy importante que nos cercioremos que valoramos lo que realmente vale para no construir nuestra vida sobre principios erroneos. Recuerda que en el mensaje de la semana pasada decíamos que cada uno somos la historia de nuestras decisones.
La idea que acabo de exponer está avalada por Benedicto XVI, que tiene como uno de los objetivos de su pontificado el combatir el relativismo, el todo vale. No, no todo vale. Engañar no vale. En verdad valores solo hay uno: la persona humana. La persona es el único valor intrínseco. Los demás valores son valores en la medida en que sirven a la persona.
El poeta Antonio Machado también defiende esta idea, aunque continuaré hablando de esto la semana que viene, pues todavía hay muchas cosas que decir. Solo añadir un par de ideas muy útiles para los tiempos que corren: la primera es que la lealtad a los compromisos que uno ha adquirido con su conyuge es un valor. Quebrantar este valor tiene dramáticas consecuencias tanto a nivel personal como social. La segunda es mostrar la importancia de educar en valores a los jóvenes. Que aprendan a valorar lo que realmente vale. Les va en ello su felicidad personal y el mundo que construimos.
Sobre este tema he pensado mucho, y los comentarios, como siempre, serán bienvenidos. Cuando hablo de esto en mis clases a los alumnos se les ponen los ojos como platos. Adios,
Miguel Angel, posiblemente la crisis actual sirva para deshinchar la burbuja de valores subjetivos y para reestructurar nuestra escala de valores dando mayor peso a los objetivos. Lo que no está tan claro es que los que han tomado decisiones erróneas de alto impacto social tengan intención de cambiar sus prioridades.
Toni. las dificultades actuales creo que facilitarán que pensemos un poco más y que el “todo vale” no vale,
Miguel Angel
Es decir, que cuanto a uno le preguntan, oye, de mayor, ¿tú que quieres ser? Valdría mas la pena que contestara, en lugar de futbolista, piloto o bombero, que quiere ser sincero, leal, responsable, honesto, alegre … Y es pregunta y su correlativa y enfocada respuesta vale a cualquier edad (siempre que uno no se encuentra maleado por las ideologías). Si nos proponemos en serio ser lo que queremos ser, personas con virtudes, acertamos. Lo otro viene despues de los cimientos de la personalidad. Hacerlo al revés suele traer de la mano los problemas que hoy sufrimos a escala planetaria.
Pues si José Ramón, tienes toda la razón, tenemos que construirnos más nosotros mismos y después viene todo lo demás.
Que alegría encontrarte en el blog.
Un abrazo,
Miguel Angel
valores, realidad, liderazgo — una contribuición @ Darden – http://www.youtube.com/watch?v=RDAn51D_YxY
Gracias por el video AA, un poco largo, pero le echaré un vistazo,
Miguel Angel
Este post lo enmarcaré, je,je. Te aseguro que yo también me he quedado con los ojos como platos y el corazón en un puño Miguel Ángel. Espero que sepamos transmitirle a mi hijo estas cosas tan importantes. Desde luego yo prefiero “perder” a “perderme”. Muchas gracias
Pues es el mejor legado que puedes dejar a tu hijo, y no esperes que lo hagan en el colegio, que también, pero sobre todo en casa,
Miguel Angel
A esto yo también le he dado muchas vueltas…
Pagas un pastón y dedicas mil horas a formarte para el trabajo (por ejemplo con el master) y para formarte como padre o marido en cambio le dedicamos mucho menos esfuerzo… ¿cuales son nuestros valores si el esfuerzo lo medimos con tiempo y dinero? es ambiguo lo que he escrito… los valores valen y se puede intentar medir su valor… el dinero no es el indicador óptimo… ¿la sociedad tiene sus propios valores o la suma de todos los nuestros?
La lealtad a los compromisos adquiridos con tu conyuge es todo si realmente estas construyendo tu vida con esa persona… si engañas a tu conyuge te estas engañando a ti mismo, es como darte un tiro en la pierna en relación con el sentido de la vida, aunque parece que esto da un poco igual… y volvemos al punto anterior.
Hoy creo que te has superado… enhorabuena. De educar en valores estaría comentando, leyendo y debatiendo horas: es la base de toda buena salud.
Luis, los valores no se pueden medir, e intentarlo conducirá a errores. Los valores de la sociedad es el acumulado de todos los individuos, pero la sociedad no toma decisiones, las tomamos los individuos.
Medir con dinero es un reduccionismo atroz. Yo me niego a hacerlo. Mi felicidad depende de mí, no de mis circunstancias ni de mi entorno. Esto es la verdadera libertad.
Gracias por tu comentario Luis,
Miguel Angel
Si a todos nos moviesen los mismos valores subjetivos no discutiría, pero creo que es evidente que no a todos nos mueven los mismos valores subjetivos…
Un primer paso es ver que valores subjetivos tiene cada cual, y aquí es donde hay que intentar cuantificar algo, medir: no digo aplicar el método científico… el cual me da repelús.
La sociedad actual (el conjunto de todos) mide con dinero muchas cosas con bastante frecuencia… comparto 100% que esto es atroz, pero creo que puede existir cierta correlación entre en que gastamos nuestro tiempo y dinero y por donde andan nuestros valores subjetivos.
Ojalá algún día consiga la verdadera libertad a la que te refieres, pero de momento me condiciona entre otros factores mi situación económica, en concreto lo que se refiere a intentar lograr un futuro adecuado para mis hijos (por poner un ejemplo en línea con el post)
No me extraña que tus alumnos se queden con los ojos como platos cuando les hablas del significado real de valores profundos como la justicia y la honradez. Ambas son palabras muy manidas y denostadas en nuestra sociedad. Todos hablamos de justicia y de honradez. Sin embargo, las referencias que tenemos, de lo uno y de lo otro, están principalmente relacionadas con su vertiente negativa. Hablamos de la injusticia y de la falta de honradez como algo corriente que nuestra sociedad tolera con excesiva facilidad.
Lo más triste de todo ello es que “no se ve luz al final del túnel”. Los modelos que más brillan en nuestra sociedad no se caracterizan por ser baluartes de la justicia y de la honradez. No tenemos más que pensar en cómo actúan nuestros gobernantes, los dirigentes políticos, la Banca, el Poder Judicial, los Medios de Comunicación, o “ you name it” . En general lo inmediato prevalece sobre lo duradero, al igual que el egoísmo e individualismo predomina sobre lo que es de interés social.
La forma inmediata y fácil de aprendizaje de cualquier niño, joven o adulto es por mimetismo de aquello que dicen y hacen sus referentes; profesores, padres, líderes políticos, líderes sociales, medios de comunicación. Viendo la actuación de unos y otros no es de extrañar que hayamos construido una sociedad individualista y acomodada en la que “todo vale”. Una pena.
¿Tiene solución? Sí. Y depende de nosotros ya que el cambio empieza en nosotros mismos. El cambio se producirá cuando cada uno de nosotros seamos conscientes de ello y tengamos la determinación de asumir y aplicar una escala de valores correcta
Manuel, lo que podemos hacer cada uno es cambiar nosotros mismos e intentar influir a su alrededor. Yo soy muy optimista, creoen el hombre. La humanidad avanza, aunque haya periodos en que retroceda un poco, pero la tendencia es de avance. Creo en lapotencialidad de la persona, y el vale todo que impera ahora tiene poco futuro.
Saludos,
Miguel Angel
Miguel Ángel, me ha gustado tu post de hoy.
Qué dificil es eso de ser fiel a los valores. Los valores son los que son, no como dirían los Hnos Marx “si no le gustan estos los cambio”… me he encontrado gente que en teoría defiende esos valores pero cuando hay que actuar en consecuencia, se encojen, unos por no perder su puesto de trabajo (un porcentaje muy elevado de esos políticos que dicen defender según qué valores) otros por “menguar” cuando llega el momento de actuar consecuentemente…
Como alguien decía en los comentarios, cuánto invertimos en esos valores y yo añadiría, qué poco nos luce luego.
Abrazos a todos,
Yo no me fijo Fernando en lo que dice la gente, sino lo que hace. Las palabras son una medida de la hipocresía de la gente. Si los hechos respaldan a las palabras, estamos ante una persona integra. Si no, estamos ante un charlatán. Yo prefiero ser coherente, tiene un coste, pero el no serlo tiene un coste mucho mayor.
Gracias Fernando, y me he enterado que has sido tío esta semana, enhorabuena,
Miguel Angel
Gracias por la felicitación, Miguel Ángel.
Yo también me fijo en los echos… por ellos… pero lo otro, la hipocresíam me pone de bastante mal humor…
un abrazo y buen fin de semana, fin de semana grande por la beatificación de un Grande, JPII
ok 🙂
maa
Prof. Ariño,
Excelente post. A mi me gusta mucho una frase que leí no recuerdo donde: “Lo bueno de ser fiel a tus valores es que algunas decisiones difíciles ya están tomadas de antemano”.
El problema es que la psicología humana presenta un fenómeno peculiar: la disonancia cognitiva. De modo que cuando existe discrepancia entre tus valores y lo que estas haciendo tarde o temprano ocurren dos cosas:
– dejas de hacer lo que estás haciendo en contra de tus valores.
– encuentras una manera de justificar tus acciones.
Si no ocurre una de las dos al final sufrirás un colapso nervioso.
Creo que la segunda opción es la que está detrás de mucho del relativismo moral de nuestor tiempo. Pero no creo que sea un fenómeno nuevo en la humanidad.
Creo que encontrarás interesante esta lectura sobre la disonancia cognitiva:
http://paginaspersonales.deusto.es/matute/psicoteca/articulos/Vadillo04.htm
Julio, bienvenido otra vez al blog. Miraré el enlace que nos muestras. Totalmente de acuerdo con lo que dices o se actúa como se piensa o se acaba pensando como se actúa.
abrazos,
Miguel Angel
Estimado Julio comparto lo que comentas sobre el tema de los valores en la toma de desiciones. En Latinoamerica es muy común trasgredir los valores empezando con los politicos. Gracias por el enlace lo escuchare atentamente
Gracias Guildo,
Miguel Angel
Excelente artículo, Profesor Ariño.
Me siento en especial “enganchado” a la educación de los jóvenes que comentas. Y lo veo muy complicado por estos motivos:
– tengo la sensación de que cada vez se extienden más (como una mancha en el agua) las escalas de valores “incorrectas”, quedándonos solos los que intentamos mantener las correctas
– esto se extiende a nuestros hijos que ven que lo que en casa se les trata de enseñar, no tiene un reflejo fuera de ella (colegio, amigos, compañeros, etc)
– con lo que veo que la “mancha” se extiende y no sé cómo la podemos controlar ya que nadie va a reconocer que la crisis económica por la que pasamos es un parte consecuencia de una crisis de valores (hacerse rico en dos días sin esfuerzo) y por otro lado nadie va a cambiar su forma de ser a pesar de la crisis (de acuerdo contigo Toni) (como me decían ayer las personas sólo aceptamos el cambio de pañales y porque no podemos resistirnos)
Así que os pregunto, ¿cómo se para esto?
Paco
Paco, divertido lo de los pañales. Totalmente de acuerdo en que lacrisis económica está en buena parte causada por una crisis ética (tocaré esto, seguramente, en el post de la semana que viene). Dificilisimo el tema que planteas, como educar a los niños y jóvenes. Grandísima responsabilidad. esto es tema para dias de debate. Solo una consideración: dedicación, dedicación y dedicación a los hijos. Y vigilar sin agobiar.
gracias,
Miguel Angel
Miguel, in the vid, the lecturer is a bit more Aristotelian – reality is objective (“A is A”), therefore action that denies the laws of reality is wrong, and whichever “values” which induce wrongful actions are wrong.
Therefore there is no such thing as personal subjective values per se — there are true values, and there and wrong values. One may make good judgments (priorities, conducts, signals), or bad judgments. And of course there are many ways of living your own life according to subjective tastes or inclinations – but those are not really “values”…
BTW the list of true values is quite small – self-respect, initiation and reciprocation of good, the non-aggression principle, …
AA, totalmente de acuerdo con lo que dices. es un modo conciso de presentar lo que dice el mensaje de esta semana.
Muchas gracias,
Miguel Angel
“Cada uno somos la historia de nuestras decisiones” nos dice el siempre agudo y sugerente profesor Miguel Angel. La frase me suena excesivamente hegeliana. Me da la impresión que el término “historia” lo usamos abusivamente, ya sea para referirnos a la boda del príncipe, al gol de Xavi, a la corrida que ha hecho “El Juli”, el plato cocinado por Adrià, o el récord de patos cazados por Mister Jonattan. Todo es historia. ¿No quedaría más adecuado y humano decir “cada uno somos la biografía personal de nuestas decisiones”. Y es que ultimamente estoy del concepto de “historia” que se usa para hacer un nudo de corbata o freir un par de juevos fritos- hasta aquí (no digo donde señalo)
[…] anuncié en el mensaje de la semana pasada voy a continuar con el tema de los valores y la toma de decisiones. Cada uno decide según su […]
[…] él hace es importante. Si mi trabajo importa poco a mi jefe pondré en él poco entusiasmo. Solo cuando un directivo valora el trabajo de su gente está en condiciones de que haya unidad en su organización. Todo trabajo es valioso, no importa […]
Hola,yo estoy busca de valores porque me encuentro a mis 31 años de edad con mis valores mal aprendidos y desconozco la importancia y el orden que deberían tener en mi para sentirme una persona realizada conmigo misma cada día.
Gracias.
Cintia, lo que propones requiera algo más que una contestación en el blog. Mi consejo es que pidas consejo (valga la redundancia) a alguien que te inspire confianza, que pueda ayudarte y que estés segura que no quiere aprovecharse de tí. Alguien que te conozca bien y con quien tengas mucha confianza. No con cualquiera que se te ponga por delante. Lo siento, no sé qué más decirte.
saludos y suerte con tu vida
[…] empresas cortoplacistas tienen la mala costumbre de prejubilar a sus empleados. Me parece que es un grave error por muchas razones. ¿Con qué entusiasmo van a trabajar los empleados de esas empresas si saben que llegará el día […]
[…] resumen, no solo es una medida injusta sino que a mi juicio es una medida de dudosa eficacia. No creo que que esta medida incremente la […]
[…] esto se debe en parte a que el espectacular desarrollo tecnológico no ha ido acompañado por un desarrollo moral tanto a nivel personal como social. El desarrollo tecnológico ha hecho creer a la humanidad que podía controlar la naturaleza. Que […]
[…] esto se debe en parte a que el espectacular desarrollo tecnológico no ha ido acompañado por un desarrollo moral tanto a nivel personal como social. El desarrollo tecnológico ha hecho creer a la humanidad que podía controlar la naturaleza. Que […]
[…] por muy contracultural que parezca y por muy cómodo que uno se sienta creando su verdad, la verdad no la creamos nosotros. La verdad está en las cosas. Desmantelar el relativismo moral al que estas ideas conducen es uno de los objetivos de Benedicto […]
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[…] esto es debido a que se coloca a los beneficios como centro de la actividad empresarial cuando ese centro lo debe ocupar la persona. Precisamente, a mi juicio, esta es la principal característica que diferencia el IESE de otras […]
[…] morales que respeten la dignidad de la persona, y en primer lugar la dignidad de uno mismo ¿Cuáles son esos principios morales? Evidentemente no son lo que escoja la mayoría. Las mayorías son facilmente manipulables por los […]
[…] sabemos qué es lo que queremos. Pensamos que queremos una cosa y al cabo del tiempo, quiza años, nos damos cuenta que realmente no queríamos eso. Uno puede estar my centrado en su trabajo profesional descuidando sus obligaciones familiares y […]
[…] lo que se busca en un directivo. Por descontado, su competencia profesional. Decía que a la larga lo que más cuenta en un directivo son sus valores, sus virtudes y su competencia. Que sea honrado. Trabajador, que no trate de ponerse todas las […]
Querido Miguel Angel,
Algunas preguntas que me surgen tras leer tu post, por el que te felicito.
– ¿qué escala de valores usamos para juzgar los valores objetivos que trascienden los nuestros?
– ¿hay alguien que crea que existen valores objetivos universales distintos a los suyos?
– suponiendo que quisiéramos cambiar nuestros valores, ¿cómo se hace?
Un abrazo, recuerdo tus clases con mucho cariño
Muy profundas tus preguntas Cmartipou. Los valores son los que corresponden a la naturaleza humana, que contiene la inteligencia suficiente para acceder a ellos.
Otra cosa es que uno prefiera esconder la cabeza debajo del ala y vivir de acuerdo con unos valores cómodos. En ese caso uno se incapacita para llegar a los valores objetivos.
Como te decía al principio tus preguntas son profundas y tratarlas con un mínimo de rigor requiere algo más que una respuesta en un post. Si quieres contacta conmigo y tratamos el asunto on calma.
Muchas gracias Cmarti por tu participación. ¿Eres el carlos Marti del MBA’10?
Saludos,
Miguel Angel
Sería más radical que tú y para mí la vida es valoración. Ninguna decisión es tomada sin considerar nuestros valores. Pero la mayor fuerza continúa siendo los usos y costumbres sociales. A pesar de querer considerar a la persona como racional , la reflexión desgraciadamente no es nuestra actividad que más tiempo nos ocupa.
Un apunte para el relativismo. No confundir con la necesidad de distintas perspectivas para comprender la realidad.
Como siempre, un placer leer tus reflexiones.
Gracias Jaume. Evidentemente. No se puede conundir la realidad objetiva con los distintos puntos de vista desde los que se puede ver la realidad.
Muchas gracias por tu comentario,
Miguel Angel
Una disertación aceptable, sin conocer la previa. En cualquier caso me parece que estáis tratando de algo muy farragoso y subjetivo (en cada cultura los valores varían, por poner un ejemplo).
Lo importante en cualquier relación (personal, profesional o de cualquier índole) es definir la escala de valores aplicables por todas las partes de forma consensuada y sin dar por supuesto que “mis valores” son los correctos.
Recuerdo a un tal Ortega y Gasset con una teoría que deberíamos aplicar a na vida cotidiana.
Gracias anónimo por tu participacion. Precisamente lo que apunto en este post es lo contrario. Hay unos valores universales y objetivos. No robar, no matar, etc. Y eso está libre desubjetividades. Vienen dados con la naturaleza humana. El que no valore esto tiene unos valores equivocados.
No porque consensuemos que a algunas personas se les puede vender el tráfico de personas será un valor. Así salen los hitlers con los relativismos.
Gracias por tu participación en el blog y saludos,
Miguel Angel
No se puede hablar más claro ni más alto!!!👏👏👏👏👏
Gracias anónimo. A poco ue se piense se ve que el relativismo es algo contradictorio.
Saludos,
Miguel Angel
Reblogueó esto en attipicusy comentado:
Lealtad, verdad, mentira, relativismo, valores, honradez… Palabras, unas más de moda que otras, pero palabras que no puedo olvidar lo que verdaderamente significan. La verdad no es relativa y dependiente de lo que a mí me interese en cada momento. Así que lee al maestro Ariño y piensa si tu enfoque es correcto o si se te está yendo la vida por la culata.