“He aprobado; me han suspendido”. En cosas que nos afectan solemos tener una percepción subjetiva de la realidad sistemáticamente sesgada, y habitualmente a favor nuestro. Vemos las cosas, no como son, sino como nos gustaría que fueran. Y nos acabamos creyendo que son así. Solemos decir “me han puesto una multa”, pero rara vez decimos “he cometido una infracción”. Cuando en clase preguntamos por escrito si uno se considera mejor o peor conductor que la media, el 80% responden que mejores.
En otros mensajes ya he comentado que conocer la realidad es indispensable para tomar buenas decisiones. Cuando algo sale mal hay una tendencia a echar la culpa a los demás, y nos resistimos a reconocer que podemos ser nosotros los culpables. Ha sucedido con la crisis de los pepinos blancos. Ante unas muertes inexplicables era más cómodo echar la culpa a los pepinos españoles que reconocer un problema interno.
Cuando algo sale mal, una buena práctica es empezar haciendo la hipótesis de que a lo mejor tenemos nosotros la culpa. Muchas veces no seremos los responsables, pero quizá otras sí. Debemos estar abiertos a reconocer que hemos podido hacer algo mal. Saldremos mucho más fortalecidos en nuestra actividad directiva. Es muy fácil echar la culpa al profesor de un suspenso y es más difícil reconocer que no hemos estudiado. Hasta la semana que viene.
Muy bueno el artículo.
La sintomatologia es la misma para los indignados,cuando dicen convenvidos “… el sistema actual no me deja vivir….” quizas cabria pensar que ellos pueden hacer cosas, algunas otras cosas, que les permitan crear.
Quim
Quim, esto de los indignados es algo complejo. Yo también estoy indignado con la clase política, pero el movimiento a derivado -o ha sido monopolizado- por algunos cuyas reivindicaciones y actitudes no comparto.
No caigo en quien eres.
Saludos,
MIguel ANgel
Así es, Miguel Ángel, tenemos que aprender a reconocer que la culpa no es siempre del empedrado: http://jorgesegado.com/2010/03/04/la-culpa-no-siempre-es-del-empedrado-aprendizaje-riesgo-error/
Un abrazo.
Miguel Angel,
Estando, como casi siempre, de acuerdo con tu opinión, en este caso particular solamente añadir que, entre las culpas propias que asumimos y las que nos echan todos aquellos que no han leído tu nota, o tenemos un espíritu de sacrificio y de resignación fuerte, o hay que hacer mucho esfuerzo para asumir tanta culpa!
Sí Jesús, pero más vale eso que ser un caradura que no reconoce sus responsabilidades y va siendo odiado por la gente.
saludos,
Miguel Angel
Miguel Ángel,
Tienes toda la razón, y pienso que cuando los errores son nuestros y hacemos autocrítica, nos enfrentamos al problema que tenemos y aprendemos mucho, que a la larga es mucho mejor que echar la culpa a cualquier cosa.
Pienso por ejemplo en Mourinho; este año cuando perdía, siempre echaba “balones fuera” y no hacía autocrítica (al menos de cara al exterior del vestuario).
¿Eres Miguel Angel Tejero? qué honor el mío que comentes en el blog. Aprender siempre es bueno y respecto a lo de Mou no sigo sus vicisitudes, pero debes tener razón, como siempre,
Miguel Angel
Pues si, real como la vida misma. La autocrítica es para muchos como una perdida de legitimidad y como en muchas cosas de la vida, es más fácil hechar la culpa a otro, que asumir y APRENDER para el futuro.
Todos los ejemplos son buenos, yen estos días complicados, podemos encontrar un montón de ellos.
Ramón te contesto en la respuesta al comentario de Joan
Miguel Angel,
El progreso es imposible si no estamos dispuestos a examinar honestamente lo que hemos hecho mal.
En el caso de la contaminación por e.coli seria interesante el proceso de decision de la autoridad sanitaria que a la vista de que la infeccion es por e.coli, encuentra e.coli en una partida de pepinos , se le están muriendo ciudadanos y necesita unos días para asegurarse que los dos e.colis son de la misma cepa. La tecnologia no permite acelerar todavía ese análisis.
Realmente difícil decisión si comunicas lo que sabes en esa fase del “accidente”.
Contesto a Ramón y a Joan: Más vale decir que se está investigando que quitarte el problema de encima como un boomerang que te vuelve al cabo de dos días. Más vale Poner todos los medios para que no se extienda la enfermedad, comunicarlo así y decir que se está investigando.
Gracias Joan. Como lo que dice Ramón en el comentario anterior, Hay que aprender de los errores
Miguel Angel, reconocer los errores es de sabios. Pero siempre me ha inquietado que las compañías de seguros de automóviles tienen escrito detras del carnet : POR NINGUN MOTIVO RECONOZCA LA CULPA. Yo creo que si por descuido mío ocasiono un accidente, debo reconocer mi culpa en forma honesta y esto no puede ser motivo para mi compañía de seguros vete el pago de los daños.
Tita, el temas que planteas es complejo, Depende mucho de las circunstancias. Nadie está obligado a autoinculparse. Es un terreno muy resbaladizo el que planteas y para discutirlo habría que conocer las circunstacias. Prefiero no mojarme así en genérico y por escrito. Sería para hablarlo,
No reconozco quien eres. ¿Te he dado clase?
MIguel Angel
Buenas tardes! Pienso que la capacidad de reconocer la culpa (o su parte de la culpa) ayuda a aprender. Si no lo puedes hacer, siguiras con los mismos errores, porque piensas que no hay nada para mejorar.
Iryna, totalmente de acuerdo,
Miguel Angel
Antigament, ara ja menys afortunadament, reconeixer els errors, era com assumir debilitat, manca de “poder” feblesa etc.. totes les decisions les prenía el jefe, que mai s equivocava, i si donava l impressió que dubtava o trontollava, aixó era vist com senyal de que no sabía prou; actualment es treballa molt més en equip, es demana més implicació i compromís per part de tots, també hi ha lideratge, peró amb objectius clars i compromissos del primer al ultim; aixó vol dir que reconiexer que potser no s han fet les coses bé, implica més al col.lectiu.
Sí Joan, pero al involucrar tanto a la gente se puede caer en el error de no asumir la propia responsabilidad en los errores propios y eso tampoco es bueno.
Benvingut el catala al blog,
Miguel Angel
Respecto a la tendencia a buscar culpables una amiga una vez me dijo que cada vez que señalamos a alguien con el dedo (índice) deberíamos tener presente que otros tres dedos (corazón, anular y meñique) nos están señalando a nosotros. Por algo será.
Santi, es el refrán de “el que se excusa se acusa”
Miguel Angel
procure siempre acertalla
el honrado y principal;
pero si acertare mal
defendella y no enmendalla…(Las Mocedades del Cid)
Anónimo, ¿eres el Quim de antes? Qué sabia es la literatura española. Cuantas verdades las de nuestros clásicos.
Gracias,
Miguel Angel
Pero hay tan poca gente que nos eche piropos, que se comprende que a veces realicemos ejercicios de “autoestima”. Y es que uno puede ser humilde, pero no masoca.
Lluis, ejercicios de autoestima pero en la intimidad. No culpar a los demás para sentirnos mejor, que eso es incompetencia, mediocridad, y al fin uno acaba siendo odiado,
gracias,
Miguel Angel
Yo personalmente confío de las personas que asumen sus responsabilidades, explican el porqué de sus decisiones, rectifican de sus errores y se disculpan con las personas afectadas por sus decisiones. Creo que ha habido personas que de grandes errores asumidos han conseguido darles la vuelta: Kennedy en la Bahía de Cochinos fue un caso curioso, Churchill en los Dardanelos que dimitió…
En cambio no me gustan las personas que son el capazo que asume todas las tortas por las malas decisiones suyas o propias.
Yo creo que para asumir una culpa o mantener una posición en la vida se ha de tener mucha entereza.
Perico, reconocer los errores y rectificar siempre genera aumento de autoridad. La gente confía más en ti y se siente protegida porque no harás injusticias.
gracias,
Miguel Angel
Miguel Angel:
Yo creo que el hábito de echar la culpa a los demás no es mas que un síntoma de inseguridad y en consecuencia de temor; si estás seguro de ti mismo no temes nada, ni represalias, ni críticas, y por tanto estás dispuesto a asumir tu error, paso necesario para poder mejorar y para que tu equipo crea y confíe más en ti (que el de arriba se equivoque y lo manifieste no deja de ser una “liberación” para el resto).
Saludos,
Carlos
Carlos, gracias por tu aportación, con la que te puedes imaginar que estoy totalmente de acuerdo,
Saludos,
Miguel Angel
buen comentario y buen consejo .. en cualquier caso, pensar que hemos podido hacer algo mal en alguna situación nos da pie a recapacitar sobre qué otra cosa podríamos haber hecho mejor, y eso siempre nos ayudará a aprender y actuar, quizás, de otra manera.
Si finalmente llegamos a la conclusión que hicimos lo mejor que se podía hacer, también nos sirve para consolidar nuestra decisión y actuación, lo que reforzará nuestro aprendizaje ..
ahora que, como teoría todo perfecto .. pero en la práctica es bastante más complicado de aplicar, especialmente si nos hemos implicado mucho en una actuación y no ha salido como esperábamos!!
saludos,
Cristina
Cristina, lo que nos dices en tu comentario es que debemos aprovechar todas las oportunidades para aprender. Buena práctica esta, Y efectivamente, como también dices esto es más fácil predicarlo que vivirlo, pero hay que intentarlo.
gracias y saludos,
Miguel Angel
MI problema es el contrario…. nunca entendí mis buenas notas… y las malas poco me parecían…seré adicta a la culpa
Sigo siendo la de arriba… La verdad es que con tal de ganar votos nunca han sabido nuestros políticos como y cuajo hacerle la pelota a la Merkel… o a una potencia que no sea evidentemente imperialista… defendernos???? ja, ja, ja, llamar a Botín y pedirle el favor a ver si en un stand en una feria Alemana en que participa el Santander se puede presionar para que el Presi se saque una foto con la Alemania Presidenta y tranquilizar así a los españoles diciendo que la Banca española es sólida, pa seguir tirando … y el Zapas mirando de arriba a la esquina el stand sin entender inglés ni mímica, vamos que donde las damos las tomamos
[…] fin son los beneficios. Preocupado por el corto plazo. No consolida su equipo de colaboradores. Son desconfiados y controlan en exceso. Se consideran imprescindibles. Ocultan información. Abusan de la letra pequeña y de recovecos […]
[…] fin son los beneficios. Preocupado por el corto plazo. No consolida su equipo de colaboradores. Son desconfiados y controlan en exceso. Se consideran imprescindibles. Ocultan información. Abusan de la letra pequeña y de recovecos […]
[…] El directivo que nunca se equivoca y siempre tiene razón es injusto, pues sus errores siempre los atribuye a los demás. Inspira temor porque al saberse él libre de error no es comprensivo con las equivocaciones de sus subordinados. Esta actitud con su gente les aboca a la soledad. Su gente le rehuye, pues no quieren ganarse una bronca que con frecuencia es arbitraria e injusta (en la mili se decía “del jefe y del mulo cuanto más lejos más seguro”). Claro que como no conciben una relación de confianza esta soledad la ven como una situación natural y en ningún caso anómala. […]
[…] cuenta de que les gusta mucho el trabajo, solo que están frustrados por el modo como son tratados. El directivo no se entera de la extraordinaria plantilla que tiene y por eso no es capaz de sacarle todo el partido que su gente puede dar. Decía Juan Antonio Pérez […]
Ni lo uno ni lo otro. Hay que saber exactamente de lo que somos responsables. La mayor parte de las veces la realidad viene impuesta desde fuera, el azar juega un papel esencial en nuestras vidas y, sin embargo intentamos negarlo continuamente, pensando “cada uno recoge lo que cosecha” o “la vida pone a cada uno en su sitio”. ¿Qué culpa tiene una persona que se ha quedado paralítica porque un conductor borracho ha cometido una infracción y lo ha atropellado? ¿Qué culpa tiene uno si le entra una enfermedad terminal? Está claro que en estos casos y en la mayoría la suerte corre un papel esencial. ¿Quién determina la clase social a la que perteneces y tu nivel de ingresos? Esta comprobado que cuanto más acomodada sea la familia que te ha tocado por azar, más posibilidades de acceso tienes a estudios, educación, sanidad y un buen empleo. No os engañeis porque no vivimos en una meritocracia, el enchufismo y la desigualdad de oportunidades dependiendo de la suerte que hayas tenido está a la orden del día. Culparse a uno mismo del desempleo, el fracaso escolar, la enfermedad o el fracaso en las relaciones lleva en muchos casos a la depresión, al sentimiento de que es culpabilizarse a sí mismo, cuando en muchas ocasiones no es culpa propia. Como dice Sartre “La vida es lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros”. Hay que saber analizar bien lo que es y no es culpa nuestra. Se peca en los dos sentidos, a veces culpamos siempre al exterior cuando la culpa es nuestra y otras veces nos autoculpamos cuando no es nuestra culpa. En los dos casos estamos en un grave error.
Efectivamente kdd, hay qué saber de qué cosas somos responsables y de cuáles no.
gracias,
Miguel Angel
Un claro ejemplo que se me acaba de venir a la cabeza es que cuando se comete una violación la víctima tiende a autoculparse en la gran mayoría de los casos. Grave error.
Pues debe ser como dices kddmining, pero no se de esas situaciones.
Gracias,
Miguel Angel
[…] Cuando surge un problema y tenemos que resolverlo solemos buscar las causas para ponerle remedio. Una buena hipótesis que rara vez hacemos es preguntarnos si la causa del problema somos nosotros mi…. Si sabemos reconocerlo y ponemos remedio mejoraremos como personas e inspiraremos confianza en los […]
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Hola Miguel Ángel,
Tu artículo me ha gustado mucho y creo que todos y yo el primero deberiamos interiorizarlo y reflexionar sobre ello.
Os deseo a todos felices fiestas y próspero año nuevo.
Muchas gracias oarmengou por tu comentario,
Saludos,
Miguel Angel
Vaya que ha habido motivación con este tema….!
Tememos la culpa por sus consecuencias, y la evitamos por ellas. En este sentido es un caso particular de la aversión al riesgo que tanto nos ha protegido a lo largo de la vida de la especie humana…. No lo vamos a cambiar con razones, al final es una cuestión de supervivencia!!! Abrazos. Odios y Feliz 2016!!
Maldito corrector ortográfico!!!! Vaya frase me ha salido! Abrazo a todos y Feliz 2016!!
No pasa nada Alejandro MBA’96, el corrector juega malas pasadas.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo, y feliz 2016,
Miguel Angel
[…] El directivo que nunca se equivoca y siempre tiene razón es injusto, pues sus errores siempre los atribuye a los demás. Inspira temor porque al saberse él libre de error no es comprensivo con las equivocaciones de sus subordinados. Esta actitud con su gente les aboca a la soledad. Su gente le rehuye, pues no quieren ganarse una bronca que con frecuencia es arbitraria e injusta (en la mili se decía “del jefe y del mulo cuanto más lejos más seguro”). Claro que como no conciben una relación de confianza esta soledad la ven como una situación natural y en ningún caso anómala. […]