Solemos estar dispuestos a pagar mucho dinero por conseguir cosas gratis. Cuando uno quiere comprar un libro “on line” que cuesta 15 euros (perdón, 14,99) uno se da cuenta que si hace una compra de más de 20 euros el envío le sale gratis. Así que lo que uno hace es buscar otro libro. Elige uno que le cuesta 9 euros, y así el envío le sale gratis.
Por supuesto que el segundo libro no lo va a leer. Posiblemente ni siquiera vaya a leer el que ha comprado primero, pero ha conseguido ahorrarse los tres euros que costaba el envío. Conseguir que el envío le salga gratis le ha costado 9 euros. Uno queda muy contento con su hazaña.
Me pasa a mi cuando cada año participo en la carrera que unos grandes almacenes organiza en Barcelona. Suele ser en mayo y participamos entre sesenta y ochenta mil corredores. Por participar, al inscribirte te dan una tarjeta de cartulina que, presentada en la meta, te da derecho a tomarte un refresco. Suele ser un vaso de plástico con Coca-Cola o algo similar. Con tal multitud corriendo, cada minuto llegamos cientos de corredores a la meta, y nos acumulamos durante mucho rato en una multitudinaria cola en zigzag de gente apretada y sudorosa para conseguir aquello a lo que tenemos derecho: nuestro vaso de Coca-Cola gratis.
Lo gratis tiene un especial atractivo. Lo saben los bancos, los periódicos y todos los que hacen promociones: por abrir una cuenta, suscribir una tarjeta de crédito o comprar el periódico, te regalan algo, y vamos en plancha a conseguir ese algo. Solemos estar dispuestos a pagar mucho dinero por conseguir cosas gratis.
Jajaja buenos dias! Después de leer tu post me levanto sonriente! Hay que ver lo que uno hace por un refresco gratis!
Has desvelado el gran secreto de como, por ejemplo, generar tráfico en el stand de una Feria… Regala un pin y tienes cola asegurada!
Have a nice day!
Gracias anónimo, pero ¿Quien eres?
Saludos quien quiera que seas,
Miguel Angel
Buenos días, me encanta tu post. Siempre he dicho que uno no puede comprar una enciclopedia porque te regalen una tele. El ejemplo está obsoleto en cuanto a los productos pero no en los conceptos. Un saludo
Gracias a ti también anónimo, y te digo lo mismo que al anterior.
saludos,
Miguel Angel
Estimo que lo importante es ver si lo que nos ofrecen gratis sirve a nuestros propósitos.
Si Cecilio, pero no l ohacemos. Ante lo gratis sucumbimos,
Saludos,
Miguel Angel
Que cierto. Recuerdo la máxima de Napoleón Bonaparte “lo que consuela, debe ser gratuito para el pueblo”…
Gracias
Mª Eugenia
Buena reflexión Maria Eugenia. Muchas gracias y saludos,
Miguel Angel
Cada uno está en su pleno derecho hacer con su dinero lo que quiera. Lo malo sería que uno se arrepintiera y no cambiara.
Totalmente de acuerdo Josep, saludos y hasta la próxima,
Miguel Angel
Cierto. Confieso avergonzada que tardé años en darme cuenta de que, cuando la revista que compraba mensualmente llevaba regalo “gratis”, costaba casi dos euros más de lo normal sin regalo…
Cristina, tembién es que hubo ahí algo de publicidad engañosa. En otros peíses anunciar como gratis ese regalo no se permitiría si te cobran dos euros mas.
Pero efectivamente, lo gratis nos atrae.
Gracias y saludos,
Miguel Angel